TEC impulsa reactivación sostenible árbol de balsa con miras a mercado internacional

TEC impulsa reactivación sostenible de la producción de balsa con miras a mercados internacionales

La madera de balsa se ha convertido en un recurso estratégico a nivel mundial gracias a su ligereza, resistencia y múltiples usos en industrias como la automotriz, aeronáutica y náutica. Con el objetivo de fortalecer su producción en Costa Rica y posicionarla en mercados de alta exigencia, como Europa y Asia, el Tecnológico de Costa Rica (TEC) desarrolla un proyecto de investigación que busca optimizar el manejo sostenible de esta especie.

Actualmente, en el país solo opera un exportador activo especializado en model grade, quien además trabaja en infraestructura para la fabricación de bloques alistonados y engomados, con lo cual se pretende modernizar la industria y abrir nuevas oportunidades comerciales.

Ante este escenario, los investigadores Roger Moya Roque, Lupita Vargas Fonseca y Verónica Villalobos Barquero, de la Escuela de Ingeniería Forestal del TEC, lideran el proyecto: “Evaluación del crecimiento, densidad y secado de la madera de balsa (Ochroma pyramidale) en plantaciones de corta rotación bajo diferentes densidades de siembra en la Región Huetar Caribe”. La iniciativa analiza el crecimiento de la balsa mediante un ensayo de distanciamientos que se monitorea desde hace tres años.

Este estudio permite conocer cómo influyen las distancias de siembra en el desarrollo de la madera, además de brindar datos sobre nutrición, plagas, enfermedades, densidad y secado. Toda esta información servirá para diseñar un paquete silvicultural adaptado a las condiciones del país.

Según la investigadora Verónica Villalobos, mejorar la calidad de la madera impactará directamente en los procesos industriales, ya que el tratamiento de la balsa requiere precisión y rapidez.

“La madera debe aserrarse y secarse en poco tiempo para evitar patógenos que afecten sus propiedades físico-mecánicas. Ese control es clave para garantizar un producto competitivo”, explicó.

Villalobos destacó que el trabajo conjunto con los productores ha sido enriquecedor, no solo por el intercambio técnico, sino porque permite comprender sus desafíos y promover una actividad forestal sostenible que fortalezca la economía local y el uso responsable de los recursos naturales.

Productores ven nuevas oportunidades

Para Ericka Hidalgo Jiménez, productora de balsa en Ticaban de Limón e integrante de la Asociación Agro Forestal del Caribe (AAFORC), el acompañamiento del TEC ha sido determinante.

“Gracias al apoyo técnico he podido capacitarme, mejorar mis prácticas silviculturales y vincularme con nuevos mercados e instituciones. Esto nos abre puertas para competir en cadenas de valor más sólidas”, aseguró.

Hidalgo añadió que esta alianza permite a los productores proyectarse de forma profesional, planificar mejor sus plantaciones y plantear propuestas viables de desarrollo dentro del mercado nacional e internacional.

Producción responsable con visión exportadora

Villalobos enfatizó que la meta, junto con la Oficina Nacional Forestal (ONF) y el sector privado, es aumentar la producción de madera de balsa bajo un manejo responsable, con trazabilidad y cumplimiento de estándares ambientales y técnicos.

“El propósito es que el productor gane más por su madera, con precios justos, y a la vez pueda insertarse en mercados como el europeo, donde se demandan volúmenes constantes y certificaciones ambientales. También apostamos por productos con mayor valor agregado, como los bloques alistonados, para atender la creciente demanda asiática”, concluyó.