La controversia dentro de la Diócesis de Ciudad Quesada continúa creciendo. Lejos de responder directamente a los señalamientos hechos por un grupo de feligreses, la institución eclesial dirigió sus críticas al periodista Ramón Carranza, del medio digital La Región, a quien responsabiliza por divulgar la investigación que los propios creyentes hicieron llegar a autoridades de la Iglesia.
El comunicado oficial fue firmado por Gerardo Pana, vocero de la Diócesis, quien desde hace meses es el encargado de responder a los cuestionamientos públicos. Pana habría llegado a la diócesis desde el Valle Central por decisión de Monseñor José Manuel Garita Herrera, quien nuevamente no se ha pronunciado directamente sobre el tema.
? Un comunicado con tono confrontativo
En su respuesta al reportaje de La Región, la Diócesis inicia afirmando:
“Ante persecución difamatoria del medio La Región y el exdiputado del Partido Acción Ciudadana, Ramón Carranza, comunicamos:”
A partir de esta introducción, la Diócesis intenta atribuir la responsabilidad de las denuncias al periodista, pese a que el documento original fue firmado por casi 50 laicos sancarleños y respaldado con certificaciones del Registro Nacional. Cabe señalar que hace tres semanas la diócesis amenazó al comunicador con demandarlo por divulgar información que muestra el sentir de algunos feligreses.
En el comunicado, Pana asegura que:
- No existe ninguna situación irregular en la administración diocesana.
- Todo se maneja bajo principios de transparencia, legalidad y responsabilidad.
- La diócesis no ha recibido formalmente el documento dirigido al Vaticano, al Nuncio Apostólico y a la Conferencia Episcopal.
- Se prepara un informe habitual para la Visita ad Limina 2026, como ya se hizo en 2017.
Sobre los nombres mencionados en el reportaje —como el colaborador Ignacio Aníbal Mesén Aguilar, la contadora Andrea Guzmán Alfaro y la hermana del obispo, Ana Lucía Garita Herrera— la Diócesis justifica que ninguno tiene exclusividad laboral con la Iglesia o relación contractual directa, por lo que pueden participar en sociedades privadas.
? El silencio de Monseñor Garita y la incomodidad con la prensa
Lo que más reclaman los sectores críticos es la ausencia de Monseñor José Manuel Garita Herrera, quien hasta ahora no se ha pronunciado públicamente ni ha ofrecido conferencia de prensa para abordar las inquietudes planteadas por los fieles.
En su lugar, es Gerardo Pana quien firma todos los comunicados oficiales y ha adoptado un discurso cada vez más confrontativo con los medios que cuestionan la administración diocesana.
Para los feligreses que impulsaron la investigación, la Diócesis desvía el foco del contenido de las denuncias y pone el peso sobre el mensajero, en lugar de aclarar si hubo o no conflictos de interés, cambios en las infraestructuras financiadas por la comunidad o participación de familiares del obispo en sociedades privadas.
? ¿Denuncia o ataque al mensajero?
Mientras los fieles afirman actuar movidos por su compromiso con la Iglesia y piden una investigación transparente, la Diócesis sostiene que esta información solo genera “duda, división y confusión”.
Por ahora, el fondo del documento sigue sin respuesta concreta:
- ¿Qué pasó con las sociedades anónimas registradas a nombre de funcionarios de la diócesis?
- ¿Hubo transformación de bienes religiosos en negocios privados?
- ¿Se verificará el uso del fideicomiso para los pobres legado a la diócesis?
- ¿Investigará el Vaticano o la Conferencia Episcopal estos señalamientos?
