Río Claro de Golfito, Puntarenas | Costa Rica
Un nuevo caso de violencia de género estremeció la zona sur del país.
La nicaragüense Perla Lagos Oporta, de 35 años, fue asesinada presuntamente por su expareja sentimental, un hombre de nacionalidad panameña identificado como González Acuña, en un cuarto que este alquilaba en Río Claro de Golfito, Puntarenas.
De acuerdo con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el cuerpo de la mujer fue encontrado dentro del baño del inmueble, presentando golpes y signos de estrangulamiento.
Según el reporte preliminar, la víctima habría sido atacada tras una fuerte discusión con el sospechoso.
“El cuerpo presentaba traumas compatibles con asfixia por estrangulamiento. Todo apunta a una agresión directa por parte del sospechoso”, detalló el OIJ.
La secuencia del crimen
Testigos indicaron que cerca de las 4:00 p. m. del domingo, Perla fue vista ingresando al cuarto donde residía el panameño.
Horas después, el hombre abandonó el lugar solo y con actitud nerviosa, lo que levantó sospechas entre los vecinos.
Un amigo de la víctima fue quien dio aviso a las autoridades, tras intentar contactarla sin éxito y temer que algo grave le hubiese ocurrido.
Al llegar al sitio, los agentes judiciales confirmaron lo peor: la mujer había sido asesinada.
Fuga y captura
Tras cometer el crimen, González Acuña huyó hacia Panamá, donde poco después confesó el hecho a su madre.
La policía panameña procedió con su captura y notificó a las autoridades costarricenses para coordinar su extradición hacia Costa Rica, donde enfrentará cargos por el delito de femicidio.
“Se están realizando las coordinaciones correspondientes para traerlo a suelo costarricense”, indicó el OIJ.
Dolor e indignación
El caso ha causado profunda consternación tanto en la comunidad de Río Claro como en círculos de migrantes nicaragüenses en Costa Rica.
Perla Lagos Oporta deja una hija de apenas ocho meses de edad, ahora al cuidado de familiares.
Organizaciones defensoras de derechos humanos y grupos contra la violencia de género reiteraron su llamado a fortalecer las redes de apoyo y protección para mujeres en situación de vulnerabilidad.
Autoridades costarricenses instaron a las personas víctimas o testigos de agresión doméstica a denunciar de inmediato cualquier hecho de violencia, llamando al 9-1-1 o al Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), donde pueden recibir atención y acompañamiento.

