San Carlos, (elnortehoy.com) — La indignación de los vecinos de la Zona Norte vuelve a crecer tras conocerse un nuevo caso que evidencia la crítica situación en las listas de espera de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Esta vez, la afectada es la adulta mayor Teresita Francisca Quirós Gutiérrez, quien recibió una cita médica para el viernes 16 de agosto del año 2052, es decir, dentro de 27 años.
El motivo de la cita es una valoración en el servicio de Ortopedia del Hospital San Carlos, pero el documento, que circula en redes sociales, ha provocado indignación, burlas y comentarios de frustración entre los asegurados, quienes califican la situación como una falta de respeto.
“Esto ya no es un error, es una burla. Le llaman ‘citas post mortem’, porque muchos no van a llegar con vida a esas fechas”, expresó un vecino en redes sociales.
El caso de doña Teresita se suma a una serie de denuncias reveladas por El Norte Hoy, donde se han documentado citas médicas programadas para dentro de 10, 15, 20 y hasta 26 años, en especialidades como urología, oftalmología, dermatología y reumatología.
“Mi papá tiene 93 años y le dieron una cita para ortopedia en 2047. Para entonces tendría 115 años, es una burla”, relató Juan Pablo Calero Cordoncillo, vecino de Pital, quien decidió denunciar públicamente el caso.
Datos internos de la CCSS confirman que el Hospital San Carlos atiende una población de más de 300 mil personas, pero su infraestructura y personal no logran cubrir la demanda de servicios médicos.
La institución reconoció que las listas de espera “mantienen tiempos prolongados” y aseguró que trabaja en medidas para aumentar la productividad quirúrgica, ampliar horarios y fortalecer las referencias hacia otros hospitales. No obstante, funcionarios del mismo hospital aseguran que los esfuerzos actuales no alcanzan para resolver el problema de fondo.
“Tenemos especialistas que atienden hasta 40 pacientes diarios, pero no damos abasto. No se trata de falta de voluntad, sino de recursos humanos y logísticos”, comentó un médico bajo condición de anonimato.
Mientras tanto, cientos de pacientes en la Zona Norte siguen denunciando lo que consideran una humillación institucional, al ver cómo su derecho a la salud se posterga indefinidamente.
“Uno trabaja y cotiza toda la vida, y cuando más necesita ayuda, el sistema lo abandona”, lamentó una vecina de Florencia que lleva seis años esperando una cita con reumatología.
El caso de doña Teresita Quirós resume el sentir de muchos asegurados: una mezcla de decepción, impotencia y resignación ante un sistema que parece fallarles cuando más lo necesitan.
