-Jesús Blanco Castro, vecino de Zarcero, quien hace casi 100 años fue a pasear Puntarenas y murió allá. Sus familiares lo sepultaron en la arena y le tomaron una foto al muerto sentado en una silla, para traerla como recuerdo.
El 30 de agosto de 1919, don Jesús Blanco Castro, vecino de Zarcero viajó junto con sus dos hermanos y dos primas a la Puntarenas. Tenía como sueño conocer el mar, pero una vez allá, murió.
En aquel tiempo viajar de Zarcero a Puntarenas era un viaje muy largo, se hacía a caballo en bueyes y se duraba hasta ocho días, por tal razón, traer el cuerpo a Zarcero era imposible.
Los familiares mudaron don Jesús, ya fallecido y lo sentaron en una silla y le pusieron en sus manos una rama con flores, paso siguiente, le pidieron a un fotógrafo para le tomara un foto para poder llevarla de recuerdo y que sus familiares, esposa e hijos lo pudieran ver muerto.
La imagen con 100 años y un mes, la facilitó al Periódico El Zarcero la familia de don Joaquín Valenciano de Zarcero que la conserva como un tesoro en un álbum.
Según contó de don Joaquín su tío estaba muy enfermo, pero no quería morirse sin conocer el mar, por ello, la familia decidió hacer el viaje en bueyes hasta la llamada Perla del Pacífico, una vez allá, la muerte lo sorprendió y sus familiares no pudieron hacer otra cosa que enterrarlo en la arena, cerca del mar que siempre anhelaba conocer.
Luego de enterrarlo los tíos y primos regresaron a Zarcero con la foto del difunto, para mostrársela a su esposa e hijos que no sabían nada de la muerte de don Jesús.
En la foto, ya amarilla por el paso del tiempo, se puede observar que todos están descalzos, ya que tener zapatos en esa época era un lujo.
Según nos contó don Joaquín ninguna de las personas que aparecen en la foto viven, lo único que ha perdurado es esta foto, testigo mudo de ese triste recuerdo del viaje de don Jesús para conocer el mar ante de morirse.