primer Foro Mundial de Refugiados
- Con la autoridad moral que le da ser el país latinoamericano con el mayor porcentaje de inmigrantes respecto a su población, presidente Carlos Alvarado clamó por apoyo en la inauguración de esta cita mundial sin precedentes en lo que va del siglo XXI.
- Alvarado ofreció al mundo la capacidad técnica y las herramientas que tiene Costa Rica para desarrollar una política social sofisticada y precisa, que coloca en el centro a la persona.
“Vengo de un país con una larga tradición de proveer refugio a personas desplazadas contra su voluntad por motivos de seguridad o violencia. Me siento muy honrado de coauspiciar este primer Foro Mundial de Refugiados junto con los países amigos de Etiopía, Alemania, Pakistán y Turquía”.
Con estas palabras, el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, introdujo su mensaje de casi 15 minutos este martes en Ginebra, Suiza, al referirse a los países que han tomado la batuta en esta discusión planetaria, sin precedentes en lo que va del siglo XXI.
Previamente, lo antecedieron en la palabra el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
En una alocución direccionada a apalancar ayudas internacionales hacia los países altamente receptores de refugiados, como Costa Rica, Alvarado expuso la importancia de la responsabilidad compartida para atender y dar acogida a estas poblaciones en condición de vulnerabilidad.
Tras destacar los esfuerzos integrales que históricamente ha realizado Costa Rica, recordó que los países que reciben y acogen refugiados hacen una inmensa contribución de sus propios recursos limitados al bien de la humanidad y que, por tanto, “es imperativo que obtengan un apoyo tangible de la comunidad internacional. La existencia de un principio de responsabilidad compartida solo es posible en un enfoque multilateral”, exclamó.
Costa Rica alzó así la voz en este foro, con la autoridad moral que le da ser el país latinoamericano con el mayor porcentaje de población inmigrante respecto a su población total, con un 10.5% para 2019, lo cual incluso duplica la tasa de Chile, el segundo país más alto.
Al respecto, Alvarado detalló: “El comienzo de este siglo estuvo marcado por una fuerte afluencia de colombianos y esta década por la llegada de venezolanos, haitianos, migrantes del Caribe y del Triángulo Norte de América Central. Sin embargo, en los últimos dos años, las personas de Nicaragua constituyen la gran mayoría, presentando más de setenta mil solicitudes de refugio entre 2018 y 2019”.
El mandatario expuso el compromiso del país para seguir siendo un lugar seguro para los refugiados, sin embargo, explicó que la situación económica actual hace más que necesaria la cooperación internacional.
“Cada niño que cruza nuestras fronteras tiene los mismos derechos que los niños costarricenses. Debido a nuestro enfoque de derechos humanos, Costa Rica continuará haciendo una inversión significativa de recursos públicos en estas áreas, pero las restricciones fiscales harán que sea imposible seguir aumentando el financiamiento para cubrir a la población migrante y refugiada que todavía necesitan de nuestro apoyo”.
Uno de los puntos abordados por el presidente Alvarado que más llamó en su participación en Ginebra, fue el ofrecimiento que hizo de poner a disposición de la comunidad internacional la experiencia y capacidad técnica de Costa Rica en la atención de los refugiados.
“Contamos con las herramientas para desarrollar una política social sofisticada y precisa”, dijo el mandatario refiriéndose a lo que el país ha logrado a través de SINIRUBE, el Sistema Nacional de Registro Único de Beneficiarios, que ha permitido la implementación de buenas prácticas en la atención y acogida de los refugiados.
“Utilizando sistemas integrados de información de los programas de salud, bienestar social, los datos electorales y migratorios, tenemos información precisa que nos permite dibujar las características de los grupos de población migrante y ubicarlos de manera precisa por distritos, vecindarios y cuadras. Esto nos permite visibilizar a los refugiados y migrantes en condiciones de vulnerabilidad, a fin de identificar sus necesidades y los recursos financieros necesarios para abordarlos”, explicó.
Tras dar a conocer este ejemplo, Alvarado afirmó: “Tenemos la disposición de compartir con todas las partes interesadas las mejores prácticas que hemos desarrollado, así como aquellas de las que podemos aprender para fortalecer nuestra capacidad de enfrentar los desafíos que plantea la gran proporción de inmigrantes y refugiados que albergamos”.
Lucha por la dignidad
El presidente costarricense finalizó su alocución recordando que la lucha por la dignidad de los migrantes no es cuestión sólo de recursos y de número, reafirmando que “el único enfoque tanto ético como práctico es colocar a la persona en el centro de todas las políticas públicas”.
Al cerrar su intervención, recordó que millones de personas esperan resultados concretos del Foro: “Es necesario traducir los compromisos en acciones que transforman la vida de todas estas personas. No dejar a nadie atrás significa ser valiente, adoptar las decisiones correctas, nadar contra corriente. ¡Para eso estamos aquí hoy!”.
Este primer Foro Mundial sobre los Refugiados –que se desarrolla este martes y miércoles en Ginebra- se lleva a cabo un año después de la firma del Pacto que lleva el mismo nombre, una respuesta de los países integrantes de la Naciones Unidas ante la preocupación por el estado de los cerca de los 25 millones de refugiados que existen actualmente en el mundo.