El Ministerio de Obra Publicas y Transportes (MOPT) afirma: «Hemos leído varios comentarios, pocos, pero existentes, indicando que la restricción vehicular sanitaria «se ha vuelto un negocio para el Gobierno» y honestamente, debemos darles la razón.
Si bien la restricción sanitaria tiene como fin reducir la salida de personas a la calle, sin necesidad, es un gran negocio para el Gobierno, veamos:
-Se sacan de las vías a conductores bajo los efectos del alcohol, lo que reduce el riesgo de que maten a otras personas o mueran ellos. De hecho, de viernes a sábado se detuvieron 14 conductores bajo los efectos del alcohol y de sábado a domingo a 15.
-Al no morir personas proveedoras de sus hogares, producto del alcohol al volante, esas personas siguen siendo pilar económico de sus familias y el Estado no debe asistir a esa familia socialmente, porque no lo necesita.
-La persona, trabajadora activa, al no morir, sigue siendo productiva, gana su dinero, aporta a su hogar, aporta a la CCSS.
-Se sacan de las vías vehículos sin papeles en orden, quizás robados. Se sacan de las vías vehículos en mal estado que representan un riesgo de accidente.
-Se reduce la mortalidad en carretera, como en abril, que murieron solo 13 personas, la cifra más baja de los últimos 9 años.
-Se reduce el riesgo de contagio del Covid-19, al desestimular los traslados para reunirse, sea en casas o negocios, lo cual, claramente es favorable y «un gran negocio para todos».
-Se detienen personas requeridas por la justicia.
-Se decomisan drogas y armas.
-La multa por restricción vehicular sanitaria sirve para ayudar a personas afectadas económicamente por el Covid-19.
Entonces sí, debemos darle la razón a quienes estiman que la restricción vehicular sanitaria es un buen negocio para el Gobierno y, agregamos, para todos»