Los vecinos de la frontera norte viven en otra Costa Rica, muy distante de la que los políticos promocionan todos los días en los medios de comunicación y para muestra esta foto de los caminos de la llamada Trocha Fronteriza, o Ruta 1856.
Esta, una realidad de la cual no escapan otras comunidades sancarleñas de estas zona y de otras de los cantones de los Chiles, Sarapiquí y Upala. Caminos en pésimo estado, mientra en los centros de población de asfaltan decenas de vías, y algunas, un poco dudosas, porque carecen de centros población.
Caminar a pie por aquí es casi imposible, hace falta lastre, puentes de acceso…En general hace falta todo. Son lugares donde se carecen de servicios básicos, en algunos no hay electricidad, agua potable, ni señal para hacer una llamada por un celular y menos internet.
Según el regidor Evaristo Arce los vecinos de estas zonas se sienten impotentes. Son personas muy vulnerables entre ellos adultos mayores con enfermedades propias de la vejez. Viven esta realidad todos los días, sin más.
“Madres preocupadas por futuro incierto de sus hijos en educación y salud… Estudiantes marginados sin medios básicos de movilización y estudios virtuales porque en sus sectores no cuentan con conectividad de telefonía móvil e Internet . Personas enfermas con algun grado de discacipadad. Agricultores sin poder sacar sus productos agrícolas…” detalla Arce conocedor de la realidad de estos pueblos.
De acuerdo con Evaristo hay desesperación por tanta discriminación sufrida, además, el invierno en estos días implacable y les invade la angustia y la desesperación.
Pese a que el gobierno tiene planes de mejorar la llamada Trocha los proyectos se quedan en el papel, llega el invierno y esta es la situación para decenas de familias y estudiantes de esta zona olvidada.
El . Artículo 33: de la Constitución Política que reza: Todo hombre es igual ante la ley y no podrá hacerse discriminacion alguna contraria a la dignidad humana, es solo eso un artículo en el papel.
Urge que las autoridades de gobierno y los gobiernos locales vuelvan los ojos a esta zona olvidada, la de los parias, la olvidada, la de otro país o de otro mundo como parece ser.