El dictador Daniel Ortega autorizó ea su embajadora en Rusia, Alba Azucena Torres Mejía, firmar un acuerdo con Moscú sobre la cooperación en el campo de las aplicaciones no energéticas de la energía atómica con fines pacíficos.
El memorando del «Acuerdo entre el Gobierno de la Federación de Rusia y el Gobierno de la República de Nicaragua sobre la cooperación en el campo de las aplicaciones no energéticas de la energía atómica con fines pacíficos» fue suscrito en Moscú el 7 de diciembre de 2021, señala el medio DW en Español
Ese documento sienta las bases para la cooperación en una amplia gama de áreas, en particular para la «concientización» de la población sobre las tecnologías nucleares, el desarrollo de la infraestructura nuclear de la República de Nicaragua y el uso no energético de la energía atómica en industria, agricultura y medicina, según publicó la Corporación Estatal de Energía Atómica ROSATOM de Rusia en su página web.
Ortega es el principal aliado de su homólogo ruso Vladimir Putin en Centroamérica, quien ha dicho que Nicaragua es un socio «muy importante» de Rusia en América Latina. Rusia es un antiguo aliado de Nicaragua que, durante el primer régimen sandinista, dotó de armamento soviético a las Fuerzas Armadas nicaragüenses.
Nicaragua es uno de los contados países, junto a Venezuela y los pequeños Estados insulares de Nauru y Tuvalu, que se han sumado a Rusia en el reconocimiento de la independencia de las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur, y que ha recibido a altos funcionarios rusos desde que Moscú invadió Ucrania. Además, a fines de 2020, Nicaragua estableció un consulado en Crimea, territorio ucraniano anexado a Rusia, lo que provocó el rechazo de Ucrania, señala DW