Con los opioides no se juega
• IAFA dispone de Clínica especializada para tratar consumo problemático de opioides.
¿Qué debe saberse de los opioides?
La prevención del consumo de sustancias psicoactivas, drogas, es una lucha de todos los días en el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia -IAFA.
La alerta por el consumo de tabaco, alcohol, marihuana, cocaína y otras drogas menos comunes, como los opiáceos y opioides, llevan a los profesionales de la salud a preocuparse y angustiarse por el consumo problemático de las sustancias psicoactivas por los efectos en cadena que repercuten en cada ser, en las familias, en los compañeros y en los amigos.
Datos del Proceso de Investigación del IAFA indican que del 2017 al 2022 aumentó el número de personas que buscaron apoyo por uso problemático de opioides. En 2017 se atendieron a 44 personas y en 2022 se vieron a 117, esto significa que entre año y año se atendieron a 73 personas más, es decir hubo aumento del 166%.
Personas atendidas por opioides
¿Qué son los opiáceos?
Los opioides se derivan de la planta de opio o adormidera y se utilizan por su potente capacidad para aliviar el dolor. De las sustancias opioides naturales se producen medicamentos como la morfina y la codeína, otros sustancias son semisintéticas, que se producen a partir de los alcaloides de la planta como la heroína que es una drogas ilegal, o medicamentos para el dolor como la buprenorfina y la oxicodona; otras sustancias son totalmente sintéticas como el fentanilo que es un potente medicamento para el dolor, pero que también se produce y se comercia ilegalmente, y el tramal, que se utiliza muy frecuentemente en medicina para dolor moderado y severo.
¿Qué son los opioides?
Los opioides son un tipo de medicamentos que se usan para reducir el dolor, incluye analgésicos disponibles legalmente y que se adquieren únicamente por receta médica y drogas ilegales como la heroína.
¿Cuáles opioides son naturales, sintéticos y semisintéticos?
La Morfina y la codeína son naturales derivados del opio; la hidrocodona y la oxicodona son semisintéticos mientras que el fentanilo es sintético.
¿Por qué los medicamentos opioides deben usarse con estricta responsabilidad?
Si bien son medicamentos excelentes para el tratamiento de dolor moderado o severo, por lo que son de primera elección, tienen la capacidad de producir sensación de bienestar y sedación. Si la dosis es alta produce somnolencia, sedación y pueden conllevar a un paro respiratorio.
Los opioides causan efectos como somnolencia, problemas de memoria y dificultad para concentrarse, náuseas y estreñimiento. También pueden provocar respiración lenta, lo que puede conducir a muertes por sobredosis.
Trastorno por dependencia: Por sus maravillosos efectos contra el dolor, y a la vez, por su capacidad para producir euforia, sensación de bienestar y anestesiar emociones displacenteras, las personas que los utilizan, con extrema facilidad persisten en su consumo, pero, si se mantiene por varios meses produce una dependencia física severa al trastocar la capacidad interna del cerebro para producir sus propios opioides.
Síndrome de abstinencia: con los opioides, una vez que se desarrolla una dependencia, la persona no puede disminuir o suspenderlo dado que experiencia un severo síndrome de supresión o abstinencia, caracterizado por náusea, vómito, diarrea, escalofríos, sudoración, insomnio, ansiedad, depresión, temblor, piel de gallina, escalofríos, desesperación y, sobre todo, intenso dolor, lo que obliga, inevitablemente, a volver a tomar el opioide para aliviarse. Lo que mantiene la dependencia es el consumo continuo para evitar el dolor o sufrimiento de la supresión.
Los riesgos de sufrir trastorno por dependencia y síndrome de abstinencia son mayores si los medicamentos no se utilizan de la manera indicada o bien por largo tiempo. El abuso puede incluir tomar demasiada medicina, tomar el medicamento de otra persona, tomarlo de una manera diferente de la prescripción médica o tomar el medicamento para drogarse.
¿Cómo se produce la adicción a los opioides?
La mayoría de las personas que consumen opioides desarrollan una dependencia, es decir, consumen por largo tiempo el medicamento a dosis estables para evitar la supresión. Sin embargo, las personas con antecedente de adicción o con trastornos mentales severos consumen de manera descontrolada, compulsiva, con significativas repercusiones en su funcionamiento familiar, laboral y social.
Cualquier persona que tome opioides corre el riesgo de manifestar una adicción. Los antecedentes personales y el tiempo que haya usado opioides influyen, pero es imposible predecir quién es vulnerable a una posible dependencia de estos medicamentos y al abuso de ellos. Estas drogas, legales o ilegales, robadas y compartidas, en la actualidad son responsables de la mayoría de las muertes por sobredosis en los Estados Unidos
¿Qué producen los opioides en el cuerpo humano?
Las endorfinas son las sustancias que produce el cerebro relacionadas con la sensación del placer, bienestar y alivio del dolor, los opioides naturales del cuerpo son las endorfinas que actúan en los receptores que regulan el placer y el dolor, al igual que los hacen los opioides exógenos semisintéticos y sintéticos. La enorme capacidad adictiva de estas sustancias está relacionada con su potencial analgésico y euforizante.
“Los opioides en general son buenos medicamentos para el dolor, pero que, si se toman por tiempo prolongado corre el riesgo de desarrollar una dependencia, a mayor tiempo de consumo y a mayor dosis mayor riesgo. Desde luego que las situaciones emocionales de fondo como otros trastornos adictivos, trastornos emocionales graves y la represión emocional predisponen a un mayor riesgo”, explicó el doctor Luis Eduardo Sandí Esquivel, médico psiquiatra del Proceso de Atención a Pacientes del IAFA.
Algunos factores adicionales, como los genéticos, los psicológicos y los ambientales, influyen en la adicción, que puede darse rápidamente o después de muchos años de uso.
Los opioides son más seguros si se utilizan por periodos cortos, ojalá no más de una semana. Se usan durante tres días o menos para controlar el dolor agudo, como el dolor que se siente después de una cirugía o de una fractura de hueso, pero requiere de la supervisión médica.
“Si usted es una persona que sufre dolor crónico, los opioides no son seguros ni la mejor opción para el tratamiento a largo plazo. Existen muchos otros tratamientos disponibles, entre ellos, analgésicos menos adictivos y terapias no farmacológicas. De ser posible, intenta seguir un plan de tratamiento que le permita disfrutar la vida sin opioides” resaltó el doctor Sandí Esquivel.
IAFA exhorta a las personas a usar con toda responsabilidad los medicamentos opioides y a eliminar esos fármacos que no necesita de manera adecuada.
¿Cuál es el paso más importante para evitar la adicción a los opioides?
Es reconocer que nadie está a salvo y que todos estamos implicados a la hora de enfrentar el problema que estas drogas presentan para nuestros seres queridos y las comunidades.
¿Qué servicios ofrece el IAFA para apoyar a las personas?
• Clínica de deshabituación de opioides: la clínica de atención a personas con trastornos por consumo de opioides es un servicio especializado que ofrece un equipo interdisciplinario conformado por médico, psiquiatra, psicólogo y trabajador social para realizar una exhaustiva evaluación, diagnóstico y tratamiento para deshabituarlos de la droga y para un proceso integral de recuperación. Para acceder a los servicios de la clínica acuden a emergencia y los médico tratantes lo refieren a la clínica.
• Programa de atención a Pacientes: se ubica en oficinas centrales en San Pedro de Montes de Oca.
• Casa JAGUAR: centro donde se atienden a personas menores de edad que desarrollan problemática por consumo de drogas.
• Centros de Atención Integral en Drogas: en Costa Rica hay catorce, se ubican en Cristo Rey, Pérez Zeledón, Heredia, Alajuela, San Carlos, San Ramón, Cartago, Guápiles, Limón, Puntarenas, Quepos, San Vito, Liberia y Santa Cruz.
***Se adjuntan amplias declaraciones del doctor Eduardo Luis Sandí, psiquiatra del IAFA