Talas, construcciones, levantamiento de de polleras, caza y extracción de fauna y flora han sido el pasado la tónica del Parque del Agua.
Instituciones permisivas e intereses políticos se convierten en las amenazas del parque
Luego del desastre en el Río Aguas Zarcas se ha producido mucho desinformación en redes sociales que no corresponden a la realidad, sin bien el Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco ha sido muy afectado por los enemigos del ambiente, la avalancha ocurrida ocho kilómetros del puente sobre el Río Aguas Zarcas, no obedece a obras de deforestación en ese sector como se ha dicho. Es un sector montañoso de difícil acceso y con una pendientes de casi 90 grados.
Parque muy afectado
Las talas que se han denunciado en el pasado se han registrado dentro del parque, pero muy cerca del inicio del parque.
Con respecto a los troncos que bajan por el río sin ramas, obedece a la fuerza del agua que baja con rocas y tritura los árboles en su desplazamiento río abajo.
Hay que recordar que por la pendiente y la corriente proveniente de las montañas la fuerza de este es incalculable, de ahí el poder destructivo.
Con respecto a algunos daños ambientales dentro del parque registrado en Pueblo Viejo de Venecia, “Bajo el Zoncho”, ocurridos en 2020 y 2021, estos no tienen nada que ver con la avalancha del Río Aguas Zarca, ya que estos están a unos 10 kilómetros de donde se produjo la avalancha en otro sector del Parque.
Se bien en otras ocasiones hemos informado sobre los severos daños ambientales que sufre el Parque del Agua con el beneplácito de instituciones y intereses de políticos, no se puede asegurar en su totalidad la avalancha esté relacionada con estos daños, ocurridos en otro sector.
Cabe mencionar que la mayor parte del parque, de 14.450 hectáreas, está en mano privadas, porque el Estado no ha podido pagarle a finqueros, lo que se presta para el establecimiento de construcciones sin permiso o ilegales, talas de árboles, tomas de agua clandestinas, caza de animales y levantamiento de tierra para polleras. En los límites del Parque deben haber a lo sumo diez polleras donde se pone en riesgo el agua que consumen las poblaciones aledañas, todas con permisos de instituciones.
En otros sectores se han abierto caminos, construido casas en las zona de amortiguamiento del Parque y dentro de éste.
Por otra parte, instituciones permitieron construcciones dentro del área protegida del Río Aguas Zarcas, pese a que conocían que el río se había desbordado por ese lugar, de ahí, el desastre de hoy.