El audaz funcionario del Banco Nacional (BN) que habría logrado sustraer más de ?3.200 millones de la bóveda del banco.
El aparente ladrón, de apellido Olivas, aprovechó un punto ciego en una cámara de vigilancia y utilizó sobres de manila para sacar el dinero de la entidad.
Olivas, el encargado del Centro Institucional de Procesamiento de Efectivo, tenía bajo su responsabilidad la gestión de las tulas y fajos de dinero provenientes de empresas y cajeros automáticos. Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), se le acusa de haber estado robando dinero desde 2019, con al menos 10 sustracciones confirmadas.
La operación, llamada «Gallo Tapado,» fue ejecutada esta mañana después de que el OIJ y el Ministerio Público llevaron a cabo 11 allanamientos en varias ubicaciones, incluyendo Moravia, Guadalupe, Escazú y la sede central del Banco Nacional de Costa Rica (BCR). En total, se detuvieron a 8 personas, todas ellas funcionarios del banco, bajo sospecha de facilitar el robo.
El nombre de la operación se debe al hecho de que Olivas gastaba grandes sumas de dinero en juegos de azar, incluyendo hasta 15 millones en lotería y otros juegos. Además de Olivas, la directora jurídica del BCR también está bajo investigación.
Este caso, que se hizo público a través de los medios de comunicación el 23 de octubre, ha generado conmoción en el país y ha cuestionado la seguridad y los controles internos del BCR. Aunque la sustracción habría ocurrido el 3 de octubre, la información no se filtró a la prensa hasta el 23 de octubre, el mismo día en que el BCR presentó la denuncia.
El OIJ y el Ministerio Público continúan investigando el caso, y se espera que se revelen más detalles en las próximas semanas. Mientras tanto, tanto el BCR como sus clientes se encuentran inmersos en la incertidumbre de cómo una sola persona pudo llevar a cabo un robo de tal magnitud sin ser detectado durante tanto tiempo.
Según el fiscal general del Ministerio Público, Carlo Díaz, Olivas se aprovechó de un punto ciego en una cámara de vigilancia y utilizó sobres de manila para sustraer más de ?3.200 millones de la bóveda del BCR. Este funcionario estaba a cargo de administrar el dinero proveniente de empresas y cajeros bancarios.
El director del Organismo de Investigación Judicial, Randall Zúñiga, explicó que Olivas tenía acceso a las tulas de dinero y a los fajos de billetes de los cajeros, y se valió de un punto ciego en la cámara de vigilancia de la bóveda para llevar a cabo el robo. Además, señaló que la falta de fiscalización por parte de otros colaboradores del banco contribuyó al éxito de las sustracciones.
Se presume que Olivas llevaba sustrayendo dinero desde 2019, y el OIJ y el Ministerio Público tienen evidencia de al menos 10 robos confirmados.
La operación «Gallo Tapado» incluyó 11 allanamientos en diversas ubicaciones, y 9 personas están siendo investigadas por presuntos delitos como legitimación de capitales, facilitación de sustracción de dinero e incumplimiento de deberes, entre otros. De las 8 personas detenidas, se encuentran Olivas (tesorero), Hernández (contador), un supervisor no identificado, Ramírez (custodio), Bolaños (seguridad externa), y Herrera (directora jurídica). Aunque la directora jurídica está bajo investigación, no se ha realizado su detención por el momento.
Este caso ha dejado en evidencia la necesidad de mejorar los controles internos y la seguridad en el Banco Nacional de Costa Rica y ha generado un impacto significativo en la opinión pública. La investigación continúa, y se esperan más desarrollos en las próximas semanas.
