En el primer día de la tregua acordada entre Israel y Hamás, se llevará a cabo la liberación de 13 mujeres y niños israelíes que estaban siendo mantenidos como rehenes por Hamás. Este intercambio se realizará más tarde en el día de hoy, viernes, como parte de los términos de la tregua, a cambio de la liberación de prisioneros palestinos que se encuentran detenidos en cárceles israelíes.
La tregua, que entró en vigor a las 7:00 de la mañana, hora local, marca un respiro tras 48 días de conflicto devastador en el enclave palestino. Aunque no se han reportado grandes bombardeos ni ataques significativos, ambas partes han acusado mutuamente tiroteos esporádicos y otras violaciones del alto el fuego.
Junto con la liberación de rehenes, se espera que llegue asistencia adicional a Gaza, que ha experimentado una crisis humanitaria debido a las semanas de bombardeos israelíes, resultando en la pérdida de vidas palestinas y desplazamiento de cientos de miles de habitantes.
En el terreno, se observa la retirada de tanques israelíes en el extremo norte de la Franja de Gaza, mientras que camiones de ayuda llegan desde Egipto en el extremo sur. En la ciudad de Khan Younis, en el sur de Gaza, las calles se llenan de personas que abandonan sus hogares y refugios, evidenciando un ambiente de cauteloso optimismo.
Hamás ha confirmado la cesación de todas las hostilidades, pero el portavoz de su brazo armado advierte que se trata de una «tregua temporal» y llama a una escalada de confrontación en todos los frentes de resistencia, incluida la Cisjordania ocupada.
Tanto el ejército israelí como Hamás sugieren que la tregua podría ser de corta duración, anticipando una posible reanudación de los combates. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, enfatiza que esta será una «breve pausa» y que los combates se reanudarán con fuerza para presionar por el retorno de más rehenes.
Este conflicto, desencadenado por el ataque de combatientes de Hamás el 7 de octubre, ha resultado en un alto número de víctimas, tanto palestinas como israelíes, y ha generado una crisis humanitaria en Gaza con escasez de alimentos, agua potable y suministros básicos. La situación es considerada como uno de los episodios más sangrientos del prolongado conflicto palestino-israelí, con la declaración de Israel de erradicar a Hamás de una vez por todas.