Los cuadernos de Marie Curie son una verdadera joya científica, resguardados en los sótanos de la Biblioteca Nacional de Francia en cajas especiales con múltiples capas de plomo.
Contienen anotaciones cruciales de la primera mujer en ganar el Premio Nobel, la única en recibirlo dos veces. Acceder a ellos requiere trajes de protección y consentimientos que eximen de responsabilidad, debido a su alta radiactividad por la exposición de Curie al radio y al polonio, elementos que ella misma descubrió.
El plomo que los envuelve protege tanto a los investigadores como a los documentos y al propio cadáver de Curie, sepultado en el Panteón de París con un sarcófago de plomo. Su radiactividad durará al menos 1.500 años.
Estos escritos no solo tienen valor científico e histórico, sino también una peligrosa radiactividad. Son un testimonio tangible de su legado y sacrificio en la búsqueda del conocimiento, protegidos meticulosamente para salvaguardar a la humanidad de su propia curiosidad. ¡Que viva Madame Curie! ??