El diputado Leslye Bojorges, representante del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), ha presentado un proyecto de ley con el fin de regular la caza controlada de cocodrilos y caimanes en Costa Rica. La iniciativa, inscrita bajo el expediente 24.752 y titulada “Ley para el control de cocodrilos y caimanes en Costa Rica”, busca abordar las preocupaciones sobre el crecimiento de estas poblaciones y los riesgos que representan, especialmente en áreas urbanas y costeras.
¿En qué consiste la propuesta?
El proyecto propone establecer un marco legal y operativo para el manejo sostenible de las poblaciones de cocodrilos y caimanes, con el objetivo de mitigar el aumento de incidentes entre humanos y estos reptiles, particularmente en zonas como el Gran Humedal Tempisque.
Entre las acciones contempladas, en coordinación con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), se incluyen:
• Realización de estudios actualizados sobre la densidad poblacional de estas especies.
• Creación de protocolos específicos para su manejo.
• Desarrollo de programas de reubicación para trasladar animales de zonas conflictivas.
• Monitoreo constante en áreas con alta concentración de reptiles.
• Control en sectores donde la interacción humano-reptil implique un riesgo.
• Respuesta inmediata ante avistamientos o ataques.
¿Por qué implementar esta medida?
Bojorges destaca que el incremento de ataques de cocodrilos en comunidades cercanas a ríos y humedales, como el Gran Humedal Tempisque, pone en evidencia la necesidad de medidas activas que protejan tanto a las personas como a los ecosistemas. Además, subraya que actualmente no existe una regulación clara para gestionar los conflictos generados en territorios compartidos entre humanos y fauna silvestre.
Proceso legislativo y debate
El proyecto será sometido a análisis legislativo el próximo año, cuando se asigne a una comisión encargada de evaluarlo. Este paso será clave para determinar su viabilidad y las posibles implicaciones ambientales y sociales de permitir la caza controlada.
La propuesta ha desatado un debate: mientras algunos sectores consideran la caza regulada como una herramienta necesaria para controlar la población de cocodrilos y prevenir riesgos para las comunidades, otros, principalmente conservacionistas, expresan su preocupación sobre el impacto que podría tener en la biodiversidad y los ecosistemas costarricenses.
Un balance entre seguridad y conservación
El diputado Bojorges asegura que el objetivo principal no es erradicar estas especies, sino encontrar un equilibrio entre su conservación y la seguridad de las personas. Según explica, un manejo adecuado permitiría reducir conflictos y prevenir ataques, sin comprometer la riqueza natural que caracteriza al país.
El proyecto se someterá a un análisis más detallado en 2024, y su futuro dependerá de cómo se logre armonizar la seguridad ciudadana con la protección ambiental. Por el momento, el tema queda abierto para discusión entre los diversos actores involucrados.