“Turquezo” se ha convertido en figura mediática y hay quienes lo ven ya como presidente

En las últimas semanas, Gilbert Jiménez, precandidato a la presidencia por el Partido Liberación Nacional (PLN), ha logrado posicionarse como una figura mediática en el país.

Este ascenso en la notoriedad no ha sido casual, ya que ha sido impulsado por una campaña en redes sociales que ha ganado gran fuerza.

Sin embargo, dicha campaña ha generado controversia y se le ha atribuido a lo que algunos sectores llaman “Chavismo”, con la intención de debilitar al PLN y facilitar una futura derrota del partido.

Jiménez, quien en un inicio era poco conocido fuera de los círculos políticos, ha experimentado un auge mediático en tiempo récord. Su nombre ha sido asociado con diversas acciones y declaraciones, algunas de las cuales han sido objeto de debate.

Por ejemplo, se han difundido imágenes que lo vinculan con una visita a Guanacaste para ayudar a los damnificados del temporal, pero muchos de estos relatos han sido desmentidos como falsos. Además, se le relacionó con el polémico proyecto de declarar la salsa Lizano como símbolo nacional, una propuesta que ha sido tanto aplaudida como ridiculizada.

Otro de los momentos que captó la atención mediática fue su emotiva aparición junto al expresidente José María Figueres en las pasadas elecciones, donde Jiménez, tras quedar fuera de la contienda como aspirante a una diputación, protagonizó una escena de llanto que fue ampliamente comentada en los medios.

Este tipo de gestos han alimentado su imagen pública, convirtiéndolo en un personaje que, aunque polariza, no pasa desapercibido.

SUno de los episodios que más le ha costado ha sido su desafortunado comentario al referirse a Turquía como “Turquesa”, lo que rápidamente se convirtió en objeto de burla y le valió el apodo de “Turquezo”.

Este tipo de deslices en sus declaraciones han alimentado su imagen como un personaje algo torpe, pero también han aumentado su visibilidad mediática, algo que muchos consideran una estrategia deliberada para mantenerse en la palestra.

A pesar de las críticas, Jiménez no ha mostrado señales de retroceder.

Esta semana, decidió embarcarse en una gira de campaña por Guanacaste, donde continuó consolidando su imagen de hombre cercano al pueblo y dispuesto a enfrentar los desafíos del país.

Su presencia en redes y en eventos públicos ha aumentado, y su figura continúa ganando seguidores, lo que se refleja en las encuestas.

Recientemente, una encuesta de Opol posicionó a Jiménez en empate técnico con su principal rival en la contienda interna del PLN, Álvaro Ramos.

Este resultado ha dejado en evidencia que la precandidatura de Jiménez, aunque controversial, está adquiriendo cada vez más peso.

A pesar de la presión interna de su propio partido para que renuncie a sus aspiraciones presidenciales, Jiménez ha dejado claro que no tiene intención de dar un paso atrás.

En declaraciones recientes, ha afirmado que cada día se siente más fortalecido en su decisión y que está convencido de que su lucha es necesaria para evitar lo que él considera una cuarta derrota consecutiva del PLN.

Según Jiménez, su objetivo es claro: sacar a Costa Rica de la crisis y devolverle la esperanza a los ciudadanos. Aunque su camino está lleno de obstáculos, él se muestra decidido a continuar con su campaña y no ceder ante las adversidades.

A medida que se acerca la precandidatura, la figura de Gilbert Jiménez sigue siendo una incógnita, pero sin duda, su presencia en el escenario político de Costa Rica continuará siendo un tema de discusión.