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Lo anterior gracias a la pronta actuación de oficiales del Grupo de Apoyo Operacional de la Fuerza Pública, quienes patrullaban por la localidad fronteriza de Palo de Arco de Cuatro Esquinas.
Los oficiales del GAO se encontraban cerca de la línea limítrofe cuando observaron a varios sujetos que estaban arreando los animales hacia suelo costarricense, pero los sospechosos, al percatarse de la presencia policial, huyeron hacia Nicaragua.
Los caballos y mulas estaban en condiciones deplorables, pues cojeaban, estaban flacos y presentaban úlceras, gusaneras y garrapatas, por lo que representaban un grave riesgo para la salud de animales sanos con los que hubieran entrado en contacto, así como para las personas, en caso de que fuesen destinados al consumo humano.
Tras realizar las coordinaciones con autoridades del Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) del Ministerio de Agricultura y Ganadería, los equinos fueron puestos a la orden de dicha instancia, perteneciente al Ministerio de Agricultura y Ganadería.
