La música ha sido su vida y hoy, su gran sueño está más cerca que nunca. Maribeth Rivas Blanco, una talentosa cantante de 27 años, es una de las 17 finalistas de la sétima temporada de Nace una Estrella, el prestigioso concurso de talento de Teletica. Este año audicionaron 1700 personas, en la cual, Rivas resultó finalista .
Su historia es la de una joven con raíces profundas en la Zona Norte de Costa Rica, que ha luchado incansablemente para alcanzar el escenario donde siempre ha soñado estar.
Un viaje cargado de sueños
Desde Veracruz de Pital, San Carlos, hasta la capital, Maribeth emprendió su camino con una maleta llena de ilusiones. “Hoy me vine en bus con muchos sueños y el deseo de dar todo de mí.
Aquí tendré que estar durante los tres meses que dura el programa”, cuenta con emoción, aunque admite que ya extraña el calor de su hogar y el cariño de sus padres y amigos.
Hija de Danilo Rivas, integrante de un mariachi local, y de Olga Blanco, Maribeth creció en un ambiente musical que marcó su destino.
“Ellos han sido mis mayores inspiradores y mi mayor apoyo”, dice con gratitud. Es la menor de cinco hermanos, quienes también la han alentado en su camino artístico.
De los escenarios locales a la gran competencia
Su amor por la música comenzó a los 18 años, cuando aún estaba en el colegio. Junto a varios compañeros formó la banda de rock Fondo a la Derecha, con la que se presentaban en eventos locales.
Más adelante, en el 2021, se unió a FD Producciones como vocalista, compartiendo escenarios con la reconocida artista Natalia Ulloa e interpretando un variado repertorio de música bailable.
Con la llegada de la pandemia, decidió buscar nuevas oportunidades y se trasladó a Guanacaste, donde trabajó cantando en hoteles turísticos, interpretando principalmente música en inglés. Paralelamente, estudió Administración de Empresas, carrera de la que recientemente se graduó en San Carlos.
Una segunda oportunidad y el gran sueño
El deseo de participar en Nace una Estrella siempre estuvo latente. En 2021 lo intentó por primera vez, pero no logró clasificar. Sin embargo, su pasión y perseverancia la llevaron a intentarlo de nuevo este año, logrando finalmente su anhelado pase a la competencia que inicia este domingo 6 de abril.
Con una voz versátil y una fuerte inclinación por la música ranchera, los boleros y el rock, Maribeth espera conquistar al público y a los jueces. Su amor por San Carlos, con sus paisajes naturales y su gente humilde y auténtica, la llena de orgullo y la motiva a dejar en alto el nombre de su tierra.
Recientemente, fue recibida con gran entusiasmo en la escuela de Veracruz, donde estudió su primaria.
Allí, compartió su alegría con los niños, quienes la ven como un ejemplo de perseverancia y talento.
Una representación pitaleña en la competencia
Maribeth no es la única representante de Pital en Nace una Estrella. También compite el joven Juan David Montero, un niño con una voz extraordinaria a quien ella admira profundamente. Ambos comparten apartamento durante la competencia y se apoyan mutuamente en su camino hacia el éxito.
Con el corazón lleno de esperanza, Maribeth pide el apoyo de la comunidad de la Zona Norte y del país. “Es una competencia difícil, pero con su apoyo y votos, podré seguir adelante y demostrar lo mejor de mí en cada presentación”, afirma.
Para ella, la música es más que una pasión: es su vida, su motor y su más grande sueño. Hoy, Maribeth Rivas Blanco brilla con luz propia y está lista para conquistar el escenario y el corazón de Costa Rica.
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