Exclusiva termal! El “Chollín”: aguas públicas, acoso privado y guardianes del imperio Tabacón
Por si no lo sabían, el agua caliente no sólo sirve para relajarse, también para hervir la paciencia de quienes se atreven a cruzar el santo territorio del Hotel Tabacón, donde al parecer el río ya no es de Costa Rica, sino de su lobby con jacuzzi.
Turistas nacionales y extranjeros que visitan el famoso “Chollín” –ese pedacito de paraíso termal que, según la Constitución y la lógica, debería ser de todos– han denunciado una práctica muy peculiar de parte del Hotel Tabacón: intimidación por parte de sus vigilantes. ¡Sí, intimidación por bañarse en un río público! Porque claro, cómo se atreven esos simples mortales a disfrutar de lo que por derecho natural les pertenece. ¡Qué osadía!
Ronald Araya, un ciudadano que decidió no quedarse callado, documentó con un video el sentir de los turistas hace ya un año. Spoiler alert: nada ha cambiado. Los turistas siguen llegando con ilusión, y se van con una historia digna de una serie policiaca, pero sin final feliz. Araya, convertido en cronista termal, es uno de los muchos que claman por justicia… y un buen baño sin que te persigan como si estuvieras robando oro termal.
La indignación crece. Y es que, aunque el cauce del río es público y punto, al parecer los vigilantes del Hotel Tabacón tienen otros mapas donde las leyes nacionales no aplican. ¿Qué sigue? ¿Pasaporte para cruzar al otro lado del río? ¿Tasa de inmigración por mojado?
Usuarios en redes sociales ya hablan de organizar una marcha contra los abusos de estos autoproclamados dueños del agua. Porque si algo calienta más que las aguas termales, es el descaro con el que se privatiza lo público.
Para ponerle más sabor a este caldo termal, recordemos que el año pasado el presidente Rodrigo Chaves, que confesó haberse echado un chapuzón en el “Chollín”, prometió “comerse la bronca” contra estos abusos. Pero hasta ahora, ni la bronca se ha servido, ni el mandatario se ha vuelto a aparecer por ahí. Quizá estaba esperando que le habiliten un paso VIP por el río… o una visa termal.
Así que ya lo saben, si va para el “Chollín”, lleve su toalla, su bañador, y ojalá un abogado. Y si lo intimidan, grabe. Que el agua no tiene dueño, pero parece que algunos aún no se han enterado.
¡A defender el río, porque ni el vapor puede tapar semejante atropello!