Niñez del Papa Leon XIV marcada por la sencillez y la fe en el Chicago Illinois de 1955

La niñez del Papa León XIV: humildad, fe y servicio desde Chicago

Antes de ser elegido como el Papa número 267 de la Iglesia Católica bajo el nombre de León XIV, Robert Francis Prevost tuvo una infancia marcada por la sencillez, la fe familiar y el compromiso con el servicio.

Nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Illinois, en el seno de una familia católica de raíces trabajadoras. Desde pequeño, Robert mostró un profundo respeto por la religión. Sus padres, devotos y comprometidos con la vida parroquial, fomentaron en él el amor por la oración, la comunidad y la ayuda al prójimo.

Creció en un barrio modesto, rodeado de valores cristianos y una fuerte conciencia social. Participaba activamente en la parroquia local como monaguillo, experiencia que le dejó una huella indeleble. Sus amigos y vecinos lo recuerdan como un niño tranquilo, reflexivo y siempre dispuesto a colaborar en actividades comunitarias.

Desde temprana edad, mostró interés por la vida misionera y por las culturas de otras regiones del mundo. Leía con entusiasmo revistas de misiones y soñaba con llevar la palabra de Dios más allá de las fronteras. Fue esa semilla la que más tarde lo impulsaría a ingresar a la orden de San Agustín y dedicar parte de su vida pastoral a países como Perú y otras naciones de América Latina.

La niñez de Robert Francis Prevost no fue una vida de lujos, sino de entrega, oración y vocación silenciosa. Esos años de formación marcaron el carácter del hombre que hoy lidera a más de mil millones de católicos en el mundo.

La elección fue anunciada este jueves desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, ante una multitud que esperaba con expectativa la tradicional fumata blanca que confirmó la decisión del colegio cardenalicio.

Prevost, nacido en Chicago, Estados Unidos, es el primer pontífice estadounidense en la historia de la Iglesia Católica. Su elección marca un giro significativo hacia nuevos horizontes geográficos en la conducción de la Iglesia. Hasta su elección, se desempeñaba como prefecto del Dicasterio para los Obispos, un cargo clave dentro de la Curia romana.

Con una sólida formación en filosofía y teología, y con experiencia pastoral en América Latina y África, el ahora Papa León XIV ha sido reconocido por su apertura al diálogo, su compromiso con las reformas y su sensibilidad hacia los desafíos contemporáneos, como la migración, la justicia social y la renovación de la Iglesia.

Desde el balcón, en sus primeras palabras como Papa, León XIV pidió oraciones y unidad para afrontar “con esperanza y fe los tiempos que vivimos”.

Su elección marca el inicio de una nueva etapa en la historia del Vaticano y del catolicismo global. El mundo observa con atención los primeros pasos del pontificado del nuevo Papa.

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