Frontera Norte, Costa Rica – En un nuevo golpe contra la logística de la minería ilegal, oficiales de la Fuerza Pública destacados en Crucitas de Cutris lograron el decomiso de aproximadamente 20 litros de gasolina, durante un control vehicular efectuado cerca de la finca Vivoyet, en la zona norte del país.
La intervención se dio cuando un vehículo, conducido por una mujer, fue detenido y revisado. En el interior transportaba dos pichingas plásticas con cerca de 10 litros de gasolina cada una. El combustible, que se trasladaba sin cumplir con las normativas para el transporte de materiales peligrosos, fue incautado de inmediato.
Este constituye el segundo decomiso de combustible en Crucitas en lo que va de mayo, sumándose a otro operativo realizado hace menos de 15 días, en el que se confiscaron 1.000 litros de gasolina y diésel. En ambos casos, las autoridades no descartan que el destino final del combustible fuera alimentar la maquinaria que utilizan los mineros ilegales, conocidos como “oreros”.
Los equipos empleados en la minería ilegal suelen requerir grandes cantidades de gasolina y diésel para operar durante largas jornadas en zonas de difícil acceso, por lo que la gasolina decomisada forma parte del engranaje logístico que permite el funcionamiento de estas actividades ilícitas en Crucitas.
El cargamento fue puesto a la orden de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) por disposición del Ministerio Público, mientras que la mujer conductora quedó a la orden de la Fiscalía de San Carlos, para determinar su eventual responsabilidad penal.
Las autoridades recordaron que el transporte de combustibles debe realizarse exclusivamente en vehículos autorizados, equipados y rotulados según lo establece la legislación nacional. El uso de vehículos particulares para estos fines, sin cumplir los requisitos legales, constituye una violación grave que podría acarrear sanciones administrativas y penales.
La Fuerza Pública aseguró que mantendrá sus operativos de control y vigilancia en Crucitas y zonas aledañas, con el objetivo de debilitar las estructuras de apoyo que permiten el desarrollo de la minería ilegal, atacando especialmente la cadena logística que incluye combustible, maquinaria, alimentación y herramientas.
Este nuevo decomiso refuerza la estrategia estatal de intervención en Crucitas, que no solo busca frenar la extracción ilegal de oro, sino también proteger los recursos naturales y garantizar la seguridad en una región históricamente afectada por el accionar de grupos vinculados a actividades ilícitas.
La lucha contra la minería ilegal en la frontera norte continúa, y las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía a colaborar mediante denuncias anónimas que permitan identificar a quienes participan o facilitan estas operaciones.