Comentario sarcástico a propósito de las razones de la cojera de diputado Bojorges:
San José. No, no fue un acto de solidaridad con Pilar Cisneros, ni tampoco una audición para el elenco de The Walking Dead. Lo que vimos en el Congreso fue al diputado Leslye Rubén Bojorges arrastrando la pierna como quien se está desintegrando lentamente, y todo por culpa de una mala decisión… en una tienda de zapatos.
El diputado, conocido por su estilo “todo terreno”, confesó entre pasillos que su peculiar forma de caminar ese día no fue resultado de una conspiración ni de un entrenamiento militar fallido. Fue, más bien, producto de una inocente visita a una tienda americana, donde —cegado por una irresistible oferta— decidió comprarse unos zapatos tres tallas menores solo porque estaban en PROMOCIÓN.
“Vi el precio y me traicioné a mí mismo”, habría dicho Bojorges mientras aplicaba Vick VapoRub en sus tobillos y buscaba hielo para los talones.
El calzado en cuestión, descrito por testigos como “conchos, tiesos y de la época de la guerra fría”, fue utilizado durante toda la jornada legislativa, porque claro… uno no puede andar con crocs en el Plenario. El resultado: una cojera visible, pies molidos y ampollas del tamaño de una moción de censura.
Cabe resaltar que Bojorges jamás intentó burlarse de la diputada Pilar Cisneros ni de su caminar peculiar en días recientes. “Lo mío fue sufrimiento puro, una penitencia autoimpuesta por querer ahorrar tres mil colones”, aseguró entre risas nerviosas y pasos cojos.
La próxima vez, prometió no dejarse llevar por las promociones ni por el ego que le dijo que “un 39 le iba a quedar como guante”. Porque sí, al parecer el único que sufrió más que él, fue el par de zapatos que tuvo que cargarlo todo el día.
Se rumorea que los conchos ya fueron exorcizados y enviados a la vitrina de objetos malditos junto a la Ouija y la plancha del INA.
Ahora, con los pies en recuperación y el ego apenas raspado, Bojorges promete dos cosas:
- No volver a comprar zapatos en oferta sin medirse ambos pares.
- Proponer un proyecto de ley para regular el calzado de segunda mano en el país. (Ok, este último puede que sea broma… ¿o no?).
Los zapatos en cuestión, según fuentes no confirmadas, fueron entregados a una unidad de rescate especializada en tortura medieval. Otros afirman que fueron colocados como advertencia en la entrada de la Asamblea, con un letrero que dice:
“Aquí yace el orgullo de un diputado ahorrador”.