¿Quién manda en el chavismo”? Es Laura Fernández la ungida o no

José Miguel Villalobos proclama a Laura Fernández como candidata y contradice a Pilar Cisneros

Choque en el chavismo:

San José, 20 de junio de 2025 — Las tensiones internas en el movimiento político afín al presidente Rodrigo Chaves salieron a la luz este jueves, cuando el abogado José Miguel Villalobos, cercano al mandatario, declaró públicamente que Laura Fernández será la candidata presidencial del chavismo en las elecciones de 2026.

La afirmación de Villalobos contradice directamente lo dicho semanas atrás por la diputada oficialista Pilar Cisneros, quien fue enfática al señalar que Fernández no era “la elegida” y que ella no respaldaría su eventual postulación.

“Laura Fernández va a ser la próxima presidenta de la República”, dijo Villalobos durante un evento privado con aliados políticos en San José. Sus declaraciones fueron interpretadas como una proclamación prematura, pero también como una señal de que el núcleo duro del chavismo podría estar decantándose por Fernández, exministra de Planificación y figura técnica cercana a la actual administración.

División de voces y poder

Este inesperado desencuentro entre dos figuras clave del oficialismo —Villalobos, influyente asesor y operador político, y Cisneros, diputada y vocera visible del gobierno en la Asamblea Legislativa— evidencia una división de criterios dentro del movimiento que hasta ahora intentaba proyectar unidad.

La pregunta inevitable en círculos políticos y mediáticos es si Villalobos está hablando con más peso que la propia Pilar Cisneros, o si su pronunciamiento responde a un acuerdo ya sellado con Laura Fernández, que ahora se siente respaldada y lista para iniciar su camino hacia la campaña electoral.

Aunque no se ha hecho oficial el respaldo del presidente Rodrigo Chaves a ninguna figura, las señales públicas se acumulan a favor de Fernández, quien en los últimos meses ha sostenido encuentros con actores políticos, académicos y líderes regionales, incluyendo exdiputados de otras agrupaciones, como el sancarleño Humberto Arce.

Por su parte, Cisneros se ha mantenido crítica y ha insistido en que “no todo lo técnico es sinónimo de liderazgo”, en alusión a perfiles como el de Fernández, a quien considera carente de la conexión popular y el empuje que requiere un sucesor de Chaves.

¿Prematura proclamación o pulseo político?

La proclamación de Villalobos puede entenderse como un movimiento estratégico para cerrar filas y reducir la incertidumbre dentro del oficialismo, o como una forma de presionar a otros sectores a aceptar una candidatura que, aunque no ha sido ratificada formalmente, ya está en marcha en la práctica.

Analistas consultados señalan que este tipo de choques son comunes en movimientos que no cuentan con una estructura partidaria sólida. En el caso del chavismo, el PPSD ha mostrado fracturas internas, y su futuro dependerá en gran medida de si logra unificar criterios antes de que arranque oficialmente la campaña.

Mientras tanto, Laura Fernández guarda silencio, pero su nombre ya está en el centro del debate, y la disputa entre Villalobos y Cisneros podría marcar el inicio de una lucha por el control del legado de Rodrigo Chaves.

¿Quién manda realmente en el chavismo? Esa es la pregunta que, por ahora, queda sin respuesta clara.

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