La Región Huetar Norte continúa diversificando su vocación agropecuaria y ahora se posiciona como uno de los territorios con mayor potencial para la producción de ganado bufalino, una actividad en crecimiento que promete grandes beneficios económicos, sociales y ambientales.
Las amplias llanuras, humedales naturales y abundancia de pasto como el gamalote, convierten a esta región en un ecosistema ideal para el desarrollo del búfalo de agua, animal originario de Asia, pero perfectamente adaptable a las condiciones del norte costarricense.
Este auge es respaldado por diversas instituciones públicas y privadas. El Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y otras organizaciones han venido incentivando la actividad a través de capacitaciones técnicas, visitas de campo y eventos formativos.
Fundación impulsa entrega de búfalos a pequeños productores
Una de las iniciativas más relevantes es la que promueve la Fundación Búfalos de Costa Rica, es la entrega de búfalos a productores de Guatuso y Upala, como parte de un programa piloto para introducir esta especie en pequeñas fincas familiares.
Los búfalos no solo producen carne más nutritiva y baja en colesterol, sino también leche con menos lactosa, ideal para personas intolerantes. Además, son resistentes a enfermedades, necesitan poco cuidado adicional y se adaptan perfectamente a zonas inundadas o con lirios.
Búfalos: fuerza de trabajo y aliados del ambiente
Contrario a lo que muchos piensan, los búfalos son animales dóciles y pueden ser utilizados también como fuerza de trabajo en labores agrícolas, sobre todo en terrenos difíciles donde el uso de maquinaria no es rentable.
Asimismo, su dieta basada en plantas silvestres y acuáticas reduce los costos de alimentación y mejora la sostenibilidad de las fincas, al aprovechar zonas comúnmente subutilizadas como pantanos, humedales o lagunas.
Perspectiva de futuro
Con estas condiciones, expertos consideran que la Región Huetar Norte podría convertirse en un referente nacional en producción bufalina, tanto en carne como en leche, atendiendo no solo al mercado local sino también con vistas al comercio internacional, donde estos productos gozan de alta demanda por sus cualidades nutricionales.
El modelo impulsado por la Fundación busca crear una red de productores comprometidos, capacitados y organizados, capaces de transformar esta actividad en un verdadero motor económico para la región.
La introducción del búfalo no solo representa una alternativa de ingresos para las familias rurales, sino también una apuesta por una ganadería más resiliente, rentable y amigable con el medio ambiente.