Doha, Bagdad — En un hecho que eleva la tensión en Medio Oriente a niveles sin precedentes, Irán bombardeó este lunes instalaciones militares estadounidenses en Qatar e Irak, según confirmaron diversos medios internacionales y la agencia oficial iraní IRNA.
La operación, bautizada por Teherán como “Bendición de la victoria”, fue presentada por la televisión estatal iraní como una “potente respuesta” a lo que calificaron como “agresión estadounidense”. Hasta el momento, el gobierno de Estados Unidos no ha emitido una declaración oficial sobre los ataques ni confirmado la magnitud de los daños.
Explosiones en pleno corazón de Doha
De acuerdo con reportes desde el terreno, varias explosiones sacudieron la ciudad de Doha, capital de Qatar, y también Lusail, al norte de la metrópoli. En ambas localidades, testigos afirmaron haber visto proyectiles cruzando el cielo y escuchar estruendos que provocaron alarma entre la población.
Qatar cerró su espacio aéreo poco antes del ataque, lo que para muchos analistas podría haber sido una señal anticipada de la inminente ofensiva. Este país alberga la base aérea de Al-Udeid, considerada la más grande instalación militar estadounidense en la región, desde donde se coordinan operaciones en Siria, Irak y Afganistán.
Ataques simultáneos en Irak
En Irak, también se reportaron ataques dirigidos contra posiciones estadounidenses, aunque los detalles aún son escasos. Algunas fuentes apuntan a bases en las regiones de Anbar y Erbil, zonas donde hay presencia militar estadounidense desde hace años.
La ofensiva iraní llega en un contexto de creciente hostilidad entre ambos países, tras una serie de enfrentamientos indirectos en Siria, el Golfo Pérsico y el mar Rojo, así como recientes declaraciones del liderazgo iraní que advertían de una “respuesta inevitable” ante lo que consideran una intromisión militar por parte de Washington en la región.
Reacciones y posibles consecuencias
Este ataque representa una escalada significativa en el ya tenso escenario geopolítico del Medio Oriente. La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación, temiendo un conflicto de mayor envergadura entre Irán y Estados Unidos, con consecuencias regionales e incluso globales.
Expertos en relaciones internacionales advierten que si Washington responde con fuerza, podría abrirse un nuevo frente militar, afectando la seguridad energética mundial y la estabilidad de varios países aliados en el Golfo.
Hasta el momento, no se ha informado oficialmente sobre víctimas entre las tropas estadounidenses o civiles en las zonas impactadas.
La situación permanece en desarrollo. Las autoridades de Qatar han instado a la población a permanecer en sus hogares y evitar circular cerca de zonas militares, mientras que medios iraníes celebran lo que consideran una “respuesta justa” por parte de la República Islámica.
Se espera que en las próximas horas tanto Estados Unidos como sus aliados emitan declaraciones oficiales y definan su posición frente a este ataque directo, que podría marcar un punto de inflexión en las tensiones entre Teherán y Washington.