San José, Costa Rica — La sombra del narcotráfico internacional se cierne con mayor fuerza sobre el exministro de Seguridad y exmagistrado de la Sala III, Celso Gamboa Sánchez, a quien la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) identifica como supuesto coordinador regional del Cártel del Golfo en Centroamérica.
De acuerdo con fuentes cercanas al caso, y documentos judiciales obtenidos por CRHoy, Gamboa sería el principal representante de esta organización criminal mexicana en países como Guatemala, Honduras, Panamá y Costa Rica. El dato figura en la solicitud de extradición presentada por Estados Unidos, en la que se le acusa de conspiración y tráfico de drogas a gran escala con destino a ese país.
Aunque el expediente no profundiza en los vínculos exactos entre Gamboa y los altos mandos del Cártel del Golfo —una de las redes criminales más violentas y antiguas de México, catalogada incluso como organización terrorista—, sí establece que el abogado costarricense mantenía comunicación constante con otros miembros de la red mediante llamadas y mensajes encriptados.
Comunicación remota y sin viajes registrados
Gamboa no ha salido del país desde mayo de 2019, según registros de la Dirección General de Migración y Extranjería, lo cual refuerza la hipótesis de que las coordinaciones logísticas y operativas se hacían desde Costa Rica. La DEA sostiene que el exjerarca operaba como un nodo clave en la estructura de distribución de cocaína desde Centroamérica hacia Estados Unidos.
Las revelaciones provienen también de dos excolaboradores del costarricense, ambos de nacionalidad hondureña, quienes ya fueron extraditados y enfrentan cargos similares en territorio estadounidense. Estos testigos habrían entregado a la DEA pruebas materiales que comprometen a Gamboa, incluyendo registros de conversaciones en las que se discutían rutas, cargamentos y protección institucional.
Cargos formales en EE. UU.
La acusación formal incluye dos cargos graves. El primero: conspiración para fabricar y distribuir cinco kilogramos o más de cocaína, con conocimiento de que el destino final sería Estados Unidos. El segundo: fabricación y distribución de dicha cantidad de droga con intención y conocimiento de su exportación ilícita, además de su participación como cómplice en estos delitos.
Ambas acusaciones están enmarcadas en el Título 21 del Código de los Estados Unidos, que regula delitos relacionados con drogas, y podrían acarrear penas de décadas de prisión si Gamboa es hallado culpable.
Detención provisional y proceso de extradición en curso
El exministro fue capturado por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) junto a Edwin Danney López Vega, conocido como Pecho de Rata, en un operativo solicitado por la DEA y autorizado por tribunales federales en Texas. Ambos se encuentran en prisión preventiva por un plazo inicial de dos meses mientras se completa el análisis de la solicitud de extradición.
Gamboa no aceptó ser extraditado de forma voluntaria, lo que obliga a un juez costarricense a revisar la documentación enviada por EE. UU. y decidir si procede entregarlo para que enfrente juicio en Dallas.
De autoridad antidrogas a acusado por narcotráfico
Durante años, Celso Gamboa fue una figura prominente en el sistema judicial costarricense, con experiencia en altos cargos relacionados precisamente con la seguridad y la lucha contra el narcotráfico. Ahora, enfrenta la ironía de ser procesado por los mismos delitos que antaño perseguía, en un escándalo sin precedentes para la institucionalidad costarricense.
Este caso sigue en desarrollo y se espera que las próximas semanas sean clave para definir si Gamboa será entregado a las autoridades estadounidenses o si buscará apelar la solicitud de extradición ante instancias judiciales locales.
