?Baton Rouge, Luisiana | Julio 1, 2025 — El mundo cristiano despide este martes al reverendo Jimmy Swaggart, una de las figuras más influyentes del evangelismo moderno, quien falleció a los 90 años en su residencia en Baton Rouge, Luisiana. Swaggart murió rodeado de sus seres queridos, tras años de complicaciones de salud. Las causas exactas de su muerte no han sido divulgadas.
Con más de siete décadas de ministerio, Swaggart no solo predicó en púlpitos, sino que también usó la televisión, la música y los medios de comunicación para llevar el mensaje cristiano a millones de hogares en más de 100 países. Su legado abarca generaciones, marcado tanto por su fervor religioso como por su impacto cultural y mediático.
Un predicador forjado en la fe y la música
Nacido el 15 de marzo de 1935 en Ferriday, Luisiana, en el seno de una familia cristiana y musical, Jimmy Swaggart fue primo de los famosos músicos Jerry Lee Lewis y Mickey Gilley. Desde temprana edad, combinó su talento al piano con una fe inquebrantable, y a finales de los años 50 comenzó su ministerio predicando en pequeñas iglesias rurales.
El crecimiento de su labor evangelística fue meteórico. Durante los años 70 y 80, Swaggart se convirtió en pionero del teleevangelismo con su programa “Jimmy Swaggart Telecast”, que llegó a millones de espectadores semanalmente, traducido a múltiples idiomas. Fue una de las voces más potentes del evangelismo carismático, y su estilo apasionado lo catapultó como una de las figuras religiosas más vistas en el planeta.
Además de predicar, grabó más de 50 discos de música cristiana y fue nominado al Grammy, consolidando su influencia en la adoración musical contemporánea.
Escándalos, caída y resurgimiento
La carrera de Swaggart también estuvo marcada por momentos de crisis. En 1988, su ministerio sufrió un golpe devastador tras verse involucrado en un escándalo sexual con una prostituta en Nueva Orleans. La noticia provocó su suspensión de las Asambleas de Dios y un fuerte deterioro en su imagen pública. A pesar de sus disculpas públicas y su visible arrepentimiento, un nuevo incidente en 1991 selló su ruptura definitiva con la denominación.
Lejos de retirarse, Swaggart continuó su ministerio de forma independiente. Fundó la iglesia Family Worship Center y el canal SonLife Broadcasting Network (SBN), además de una institución educativa que lleva su nombre. Hasta sus últimos días, seguía predicando y tocando el piano en los cultos dominicales.
Un legado que trasciende generaciones
A lo largo de su vida, Jimmy Swaggart escribió decenas de libros, comentarios bíblicos y materiales de enseñanza, muchos de los cuales siguen siendo utilizados en iglesias alrededor del mundo. Su influencia fue clave en el auge del evangelismo televisivo y en el uso de los medios para fines espirituales.
Swaggart deja a su esposa Frances, con quien compartió más de 70 años de matrimonio, y a su hijo Donnie Swaggart, quien continúa liderando el ministerio familiar.
Reacciones del mundo cristiano
Líderes cristianos y seguidores en todo el mundo han expresado sus condolencias. Franklin Graham, hijo del reverendo Billy Graham, lo describió como “un gigante de la predicación, imperfecto como todos nosotros, pero incansable en su misión de llevar a Cristo a las naciones”. Por su parte, el evangelista africano Chris Oyakhilome lo calificó como “un faro para el movimiento pentecostal”.
Las redes sociales se llenaron rápidamente de homenajes, fragmentos de sus sermones y canciones, así como mensajes de gratitud de personas que aseguran haber sido impactadas por su ministerio.
Un último adiós
Los funerales de Jimmy Swaggart se celebrarán esta semana en la Family Worship Center, en una ceremonia pública que será transmitida por la cadena SBN. La familia anunció que incluirá música en vivo, oraciones y testimonios de quienes compartieron su caminar espiritual.
Jimmy Swaggart parte dejando una marca indeleble en el mundo cristiano. Aunque su vida estuvo marcada por luces y sombras, su legado espiritual, musical y mediático continúa vivo en cada rincón donde alguna vez resonaron sus palabras: “Jesucristo todavía salva, sana y transforma vidas”.
