Hoy lo vemos girar en la entrada de barberías modernas, con sus colores rojo, blanco y azul, sin imaginar que alguna vez fue más que un adorno: fue un símbolo de auxilio médico y destreza quirúrgica.
Para entender su origen, hay que viajar a la Edad Media, cuando los barberos eran mucho más que expertos en navaja y tijera. En aquel entonces, también sacaban muelas, hacían sangrías, aplicaban sanguijuelas y hasta ejecutaban pequeñas cirugías. En muchas aldeas, eran la única esperanza de atención médica rudimentaria.
Durante las sangrías –un tratamiento común en la época para “equilibrar los humores” del cuerpo– los pacientes apretaban con fuerza un poste de madera, mientras la sangre descendía por el brazo hacia una palangana. Las vendas usadas, empapadas de rojo, se colgaban del mismo poste para secarse al sol. Lejos de esconderse, aquello servía como una muestra visible del oficio, algo así como un aviso: “Aquí se cura”.
Con el tiempo, ese poste evolucionó hasta convertirse en el clásico cilindro blanco con espirales rojos, que simbolizaban la sangre y las gasas.
? El blanco representaba las vendas limpias.
? El rojo, la sangre derramada en nombre de la salud.
? Y el azul, que fue añadido siglos después, marcó una separación.
En 1745, en Inglaterra, los barberos y los cirujanos se dividieron oficialmente. Los segundos formaron un gremio propio —el que más tarde se convertiría en el Real Colegio de Cirujanos—, dejando atrás a quienes se dedicaban exclusivamente a la barbería.
A los barberos se les permitió conservar su característico símbolo, pero con una modificación: las bandas azules que hoy también forman parte del poste, distinguiéndolos definitivamente del campo médico.
Hoy, ese cilindro giratorio sigue presente como emblema de una profesión que, sin bisturíes, aún conserva el orgullo de haber sido una vez la frontera entre la estética y la medicina.
? Cada vez que pases frente a una barbería y veas ese poste, recordá que no siempre fue solo un adorno… sino un eco de una época en la que los barberos también salvaban vidas.
