Funcionarios del Área de Conservación Arenal Huetar Norte (ACAHAN) realizan un monitoreos de insectos para analizar la calidad del agua de la Quebrada y ríos de la Región Huetar Norte.
Recientemente realizarón una monitoreo de la Quebrada la Ceiba de Sarapiuí.
El monitoreo de la calidad de agua se realiza a través de bioindicadores, los cuales son organismos que sirven para evaluar variaciones en la calidad ambiental, a partir de la observación de sus respuestas biológicas frente a una perturbación.
Para poder determinar el nivel de contaminación de un ecosistema acuático debido a un contaminante, es necesaria la selección de una comunidad de organismos bioindicadora de la calidad del agua. Entre estos, los insectos acuáticos son frecuentemente utilizados, por su alta sensibilidad a los cambios ambientales, tamaño relativamente grande, facilidad de recolección, entre otras características (Prat y col., 2009; Segnini y col., 2009).
Cabe destacar que los macroinvertebrados, en particular los insectos, son un componente importante tanto en la biodiversidad como en el funcionamiento de los ecosistemas dulceacuícolas. Kolkwitz y Marsson (1908, 1909).
Según ACAHN la observación de campo y los insectos nos brindan información sobre las condiciones de los cuerpos de agua. Gracias a sus atributos, los macroinvertebrados acuáticos presentan diversas ventajas para la evaluación de la calidad del agua, entre la cuales destacan su sensibilidad a los diversos contaminantes, rápida reacción a los cambios, abundancia, fácil recolección y representatividad de las condiciones locales.
Los macroinvertebrados acuáticos son los organismos más ampliamente utilizados en el biomonitoreo de aguas continentales (ríos y lagunas) impactadas por perturbación humana (Bonada y col., 2006).
Los insectos pertenecientes al Orden Plecoptera (Froehlich, 2009), también llamados moscas de las piedras (stoneflies), constituyen uno de los principales componentes de la fauna acuática de los ríos.
Video de un monitoreo de insectos en Zarcero.