MINAE advierte a diputados que no hay monitoreo, control ni seguimiento del uso de agroquímicos.
Carlos Manuel Rodríguez ministro de Ambiente y Energía (Minae) urgió a los diputados de la Comisión de Agropecuarios a “avanzar en mejoras regulatorias” de monitoreo de fuentes de agua dulce. Según Rodríguez, el Estado tiene “pocas posibilidades” para regular la contaminación y los efectos de los plaguicidas, detalló Universidad.
Según el jerarca el gran problema es que no hay monitoreo, control, seguimiento del uso de agroquímicos. Hay incentivos perversos, las casas comercializadoras andan haciendo la extensión con el agricultor.
De acuerdo con Universidad Rodríguez dijo a la Comisión de Agropecuarios que “el muestreo no está sistematizado” y que quienes realizan los monitoreos son las universidades públicas en “situaciones muy específicas”.
De acuerdo con el jerarca de ambiente los niveles de contaminación superan por muchísimo las normas sanitarias y ambientales.
El ministro de Ambiente pidió mayor modernización de las normas respecto a los agroquímicos.
“No tenemos normas jurídicas que nos determinen umbrales, criterios y parámetros de prohibición de agroquímicos que están inscritos, pero que la evidencia comprueba que causan potenciales daños en salud y ambiente”, urgió el titular de ambiente.
Los funcionarios también pidieron “más personal capacitado” y que se invierta presupuesto en la actualización del personal.
Registro de agroquímicos
De acuerdo a Universidad, la Comisión de Agropecuarios también recibió en audiencia a la directora de Gestión y Calidad Ambiental (Digeca) Shirley Soto, unidad que lleva el Registro de agroquímicos e insumos.
La directora se quejó de que las casas comercializadoras los acusan de mantener una “presa” de solicitudes pero que, en realidad, la mayoría de expedientes llegan incompletos para su estudio correspondiente.
Según Soto el MINAE trabaja en el tema desde el 2007. En estos 12 años, hemos recibido 1.003 solicitudes de registro. Hemos atendido el 57% de esas solicitudes y el 79% de esos expedientes no cumplen: se presentan incompletos sin información básica para hacerle análisis que establece la ciencia y la técnica.
“Tenemos tres expedientes donde ni siquiera tenemos datos de toxicidad”, añadió.
Según el artículo de Universidad Soto se refirió a dos casos de contaminación en zonas piñeras (Siquirres-Guácimo y San Carlos-Río Cuarto).
“Si no corregimos el problema, aunque construyamos nuevos acueductos se van a seguir contaminando”, afirmó la directora de Digeca.
En el caso del plaguicida bromacil empezó a importarse al país en 1986. En 2014 se dio la importación histórica de 83.122 kilogramos de ingrediente activo, cantidad suficiente para formular 104 toneladas del producto que se aplicó a los cultivos. La prohibición en Costa Rica se da hasta junio del 2017.
Esta semana investigadores del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (Iret-UNA) para el periodo 2016-2018 se monitorearon residuos de plaguicidas en Laguna Batan de Limón. Entre los resultados destaca la presencia de más de 20 plaguicidas.
Según los expertos, algunas de las concentraciones detectadas como ametrina, diuron y etoprofos superan los niveles que representan un alto riesgo para la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos de la laguna, por lo que urge intervenir para protegerla.