La Región Huetar Norte agoniza por constantes daños ambientales donde privan intereses económicos, planificación gubernamental y la escasa consciencia sobre la protección de los recursos.
Afectación de humedales, cambio de uso de suelo, contaminación, invasión del terrenos del Estado, talas, y transporte de madera ilegal, son parte de las afectaciones ambientales que se dan en la Región.
El panorama no es nada alentador, en una región sometida por los intereses económicos de una agricultura en expansión, sobre todo, la actividad piñera. Por otro lado está la construcción indiscriminada en áreas de recarga acuífera y de zonas de protección, con la venia de los autoridades municipales que poco han hecho para establecer y poner en funcionamiento los planes reguladores, para delimitar las áreas protegidas, productivas y de construcción.
3824 hectáreas de piña en áreas protegidas
Según el Informe del Estado de la Nación del año 20109 en el caso de la piña en la Zona Norte, en el 2017 habían 3.824 hectáreas de este cultivo sembradas dentro de Áreas Silvestres Protegidas. Esta es un área mayor a la de los cantones de Montes de Oca y Curridabat juntos.
Según el Informe, un cuarto de Costa Rica está destinado a conservación de la naturaleza, nuevos datos señalan que estas áreas protegidas están siendo invadidas por cultivos.
Crucitas
Por otro lado, en materia de contaminación por la minería ilegal en Crucitas, es otro capítulo aparte, en la cual no se avanzó casi nada, a pesar de los constantes operativos Lapa I,II y III, del Ministerio de Seguridad, no logra pararse la extracción de oro ilegal y los daños ambientales producto de esta labor.
Se teme por la debacle en los mantos acuíferos que está estaría causando el uso del mercurio y el cianuro en este lugar, porque la actividad ilegal ya lleva más de tres años y no se actua.
Tampoco el gobierno asumió políticas claras en materia de minería para la toma de decisiones.
En la Región los daños ambientales más significativos son la tala de bosques y las construcciones y explotaciones en áreas de amortiguamiento cerca de zonas protegidas, pero también están los cambios de uso de suelo y contaminación del recurso hídrico.
Se cree uno de los mayores daños ambientales los han ocasionado empresas agrícolas extensivas, como el caso de la piñeras, que han talado bosques y secado humedales para expandir mayores áreas de este monocultivo.
Los datos de SNIT permiten ver que el 12% de los terrenos sembrados de piña se han hecho de manera ilegal al destruir zonas boscosas sin permisos.
Claman por conciencia de protección ambiental
Autoridades ambientales, ambientalistas claman por mayor consciencia ambiental ante la situación de depredación ambiental que vive la Región, donde se impone los intereses de unos pocos y se sacrifica el ambiente.
Existe ausencias de políticas gubernamentales de los gobiernos locales para regulación en áreas de construcción, producción y zonas protegidas, ósea carencia de planes reguladores que delimiten de una vez por todas las áreas protección y áreas de construcción.
Por otro lado, está las explotaciones agrícolas e industriales indiscriminadas donde se sacrifica el bosque, se secan humedales y contamina aguas y ambiente. A esto se suma la carencia de funcionarios para vigilar una región muy extensa.
El cambio climático nos está pasando la factura y se ve reflejado en la inundaciones frecuentes con la llegada de la lluvias, debido se ha construido sin planificación y se ha tirado mucha basura al ambiente.
El desafío de país y del mundo es la producción y uso de energías sostenibles, donde cada persona haga consciencia de no debemos contaminar, talar los bosques porque todo esto se revierte en contra nuestro.
Daños en Áreas protegidas
Los daños frecuentes son caso del Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco, son las construcciones en áreas de amortiguamiento y recarga acuífera, como por ejemplo la construcción de polleras viviendas, sin vialidad ambiental y la captación de aguas sin permiso, entre otros como pequeñas talas y extracción de plantas y animales.
En caso del Parque Nacional Volcán Arenal, los problemas más frecuentes son talas, pesca ilegal y caza de animales silvestres.
Asimismo el Refugio Nacional de Vida Silvestre, Mixto Caño Negro presentaron problemas de tala , invasión de áreas de protección, cambio de uso del suelo, afectación de la laguna y su fauna, construcciones que afectan los corredores biológicos y una fuerte expansión de la actividad piñera que afecta con el arrastre de sedimento el sistema lagunar
Área de Conservación Arenal Huetar Norte
El Área de Conservación Arenal Huetar Norte (ACAHN) se localiza al Norte de la República de Costa Rica, tiene una extensión de 6.734 Km2 (13.56% del territorio nacional). Está integrada por cinco cantones: Guatuso, Los Chiles, San Carlos, Upala y Alfaro Ruiz de la Provincia de Alajuela y el distrito de La Virgen y Cureña del cantón Sarapiquí, Provincia de Heredia, además de Peñas Blancas en San Ramón.
Se encuentra en la parte norte del país y se extiende desde el Río Las Haciendas en Upala hasta el Río Sarapiquí en la Virgen de Sarapiquí (Zona inalienable Refugio Nacional de Vida Silvestre Corredor Fronterizo). Limita al norte con Nicaragua. En la parte oeste colinda con la Cordillera del Guanacaste y al este con el río Sarapiquí y con el río Toro Amarillo. Al sur colinda con el cantón de Naranjo.
El ACA-HN protege y conserva recursos sobresalientes como: el bosque húmedo, el pluvial montano; los ecosistemas para la investigación biológica, los humedales (que son refugio, alimentación y reproducción de especies silvestres), los recursos hídricos, de gran importancia para la Zona Norte en la producción de energía hidroeléctrica y de consumo humano, los rasgos geomorfológicos como: focos volcánicos activos e inactivos, además, en las áreas silvestres protegidas habita la lapa verde.??
Las autoridades regionales del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), del ACAHN, deben velar por aproximadamente 850 mil hectáreas de áreas protegidas con poco más de 70 funcionarios, donde la mitad son administrativos, o sea sólo quedan 30 funcionarios para vigilar este territorio que incluye áreas de siete cantones (San Carlos, Upala, Guatuso, Los Chiles, Zarcero y Sarapiquí), lo que indica que cada funcionario debe vigilar 28,333 hectáreas de áreas protegidas.
Cabe destacar que la mayoría de veces los funcionarios del MINAE actúan por denuncias ante la imposibilidad de vigilar tanto territorio.
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