En el distrito de Aguas Zarcas, San Carlos existe un río mágico. Es un tesoro viviente que nace en las entrañas del Parque Nacional de Agua, Juan Castro Blanco, se trata de Río Aguas Zarcas, cuyo nombre significa aguas claras, por su color de sus aguas y que se torna de un color celeste y tirando azul en el verano, principalmente el sector de la comunidad de Cerro Cortes.
En algunos sectores de su trayecto sus aguas son transparentes, en otros más, más oscuro.
Las aguas del río son azufradas, productos de yacimiento de azufre que existen dentro del parque. Dicurren por un enorme cañón, que se abre paso a través de las montaña , por varios kilómetros.
Después de la comunidad de Aguas Zarcas, el río pierde un poco de fuerza y su cauce se abre paso por un terreno menos quebrado, hasta llegar a la bajura en Cerro Cortés y Kooper, por donde corre sereno y claro. Aquí en verano sus aguas toman un color azulado y celeste. En estos día se puede apreciar este bello espectáculo en ese sector.
Su cauce se pierde entre enormes llanura verdes de la zona, a través a de fincas ganaderas, sembrados de piña, hasta desembocar en Río San Carlos.
Es uno de los pocos ríos limpios, más recientemente afectado por la contaminación, pero en general sus aguas se aprecian siempre claras. El contenido de azufre que tienen sus aguas, hace que sea un río que no tenga peces. Solo pequeñas olominas pero, si una gran cantidad de micro fauna y flora que se ha adaptado a estas condiciones y constituyen su principal fuente de vida.
El Río Aguas Zarcas, que baña de exuberancia parte de las llanuras de San Carlos, es uno de los ríos más bellos de la Zona Norte. Constituye un manantial de vida, pero por desgracia, en los últimos años seriamente amenazado no sólo por la contaminación, sino por empresas que se sirven de agua para producir electricidad y otras para la extracción de piedra, lo cual, ha afectado su cauce y todo el ecosistema que puebla a su alrededor.
Este bello río, en las partes bajas o en las llanuras, desde hace mucho tiempo dejó de ser el que fue hace muchos años. Sus aguas han disminuido, no sólo por la tala de árboles y el cambio climático, sino por el sometimiento que ha sido objeto por empresas que buscan explotarlo.
Un aparente proyecto de construcción de un quebrador en el sector de la Loma de la Palmera, utilizando piedras del cauce del Río Aguas Zarcas, amenazan aún más la vida de este río mágico, pero seriamente sometido.
Vecinos de Aguas Zarcas, ambientalistas y amigos de la llamada Montaña Sagrada, han empezado a dar la lucha para que ya no más se explote o se afecte el Río Aguas Zarcas tesoro viviente de la Zona Norte.