En la Zona Norte y en todo el país, así como en la mayoría de países del mundo existe decenas de variedad de pasiflora. En nuestro medio más conocida como la flor de la granadilla (planta trepadora de la zona)
La passiflora: nombre genérico que adoptado por Linneo en 1753 y significa «flor de la pasión. Fue otorgado por los misioneros jesuitas en 1610, debido a la similitud de algunas partes de la planta con símbolos religiosos de la Pasión de Cristo, el látigo con el que fue azotado = zarcillos, los tres clavos = estilos; estambres y la corola radial = la corona de espinas.
La tambén conocida como Flor de Pasión o pasionaria. Es la flor del sueño, del dulce sueño. Por eso es precisamente también la flor de la pasión, de la pasión no erótica, del padecimiento, porque la tradición religiosa la vincula a la muerte de Cristo y a sus estigmas y a la base de su Iglesia.
Normalmente, cuando hablamos de la pasiflora (su variedad más común es la Passiflora incarnata) vinculamos esta planta trepadora a su uso medicinal, para el sueño y la tranquilidad. Uno de los usos más comunes es el de infusiones contra la ansiedad, por sus virtudes sedantes, siendo positiva en casos de nerviosismo, insomnio, ansiedad o estrés diario.
La pasiflora también calma el dolor, especialmente cuando este está relacionado con problemas del sistema nervioso, y favorece la desaparición de una serie de síntomas físicos que tienen su origen en problemas emocionales.
La apariencia de la flor, similar a una corona de espinas, indujo a los colonizadores españoles a denominarla fruto de la pasión por ver en ella los instrumentos utilizados durante la Pasión de Cristo.
Passiflora es el género más importante de la familia Passifloraceae, que cuenta con más de 530 especies. Crece principalmente en la zona tropical de América y sólo 22 especies crecen en el sur de Asia, Australia y Oceanía, por lo que podemos encontrar variedades del género de la Passiflora en casi todo el mundo, excepto en la Antártida y en el continente africano.
Una planta protocarnívora con muchos usos medicinales
La compleja estructura de la pasionaria, única en el mundo, hace que en la mayoría de los casos tenga que ser polinizada por insectos de gran tamaño, por ejemplo las abejas. Por eso, en algunas zonas de América se montan vigas de madera cerca de las plantaciones de maracuyá para alentar a las abejas carpinteras a que aniden sobre ellas. En algunas zonas su tamaño se ha optimizado para permitir la anidación de abejorros, avispas y murciélagos.
Flores inteligentes
Sin embargo, una de las curiosidades de la passiflora es que se trata de flores podríamos llamar inteligentes. Las larvas de una gran cantidad de especies de lepidópteros se alimentan de sus hojas, por eso muchas especies han desarrollado evolutivamente distintas estrategias para desalentar a los herbívoros. Por ejemplo, para evitar las puestas de gran cantidad de huevos de mariposa en la misma planta, algunas muestran unas flores pequeñas y protuberantes con los colores que asemejan a los de los huevos de las mariposas. De este modo, la mariposa es engañada y desiste de realizar la puesta en esa misma planta.
Además, existen algunas variedades, como la Passiflora foetida que están recubiertas por pelos que exudan un líquido pegajoso. Muchos insectos se quedan pegados a éste y terminan siendo digeridos por proteasas y fosfatasas ácidas hasta convertirse en una sustancia pegajosa rica en nutrientes. Dado que los insectos muertos por lo general rara vez son las principales plagas, esta flor de la pasión parece ser una planta protocarnívora.
Articulo tomado en parte por Revista Espores.