Conozca el chucuyo o loro coroniblanco en amenaza de extinción y residente en las llanuras del norte

Fotos principal del sitio Ecos del Bosque

El chucuyo loro coroniblanco (Pionus senilis) que por muchos años abundaron en las llanuras de la zona norte y llegaron a ver como una plaga para cultivos agrícolas como maíz y el arroz, hoy  es considerada una especie bajo amenaza de extinción y está protegida y regulada por la Ley de Conservación de la Vida Silvestre No. 7317, la Ley Orgánica del Ambiente No. 7554 y el decreto No. 26435-MINAE.

Asimismo está incluida en el Apéndice ll del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES).

El chucuyo mide de 24 centímetros  y pesa 220 gramos. Es pequeño, oscuro, con la gorra y la garganta blancas contrastantes, el pico y el anillo ocular claros y color rojo por debajo de la cola.

En el macho adulto la frente y la coronilla son blancas, la garganta entre blanca y anteada, y el resto de la cabeza, el cuello y el pecho son de color azul oscuro apagado.

En las hembras el azul solo llega hasta la parte superior del pecho. La parte posterior presenta un escamado azul. El hombro es más apagado y el anillo ocular y las patas son parduzcos.

En los individuos juveniles las plumas de la gorra son verdes con un borde blancuzco, con muy poco o nada de azul en la cabeza o el cuello y poco rojo en la región infracaudal.

Sus nidos se ubican  en cavidades tales como agujeros en los nudos de los árboles o en ramas o huecos, o en el tronco hueco de una palma (tal vez su sitio preferido. El  nido no posee ningún forro. Ponen de 3 a 6 huevos y se reproducen de enero a abril.

Alimentación

Se alimentan silenciosamente entre la vegetación: recogen frutos, semillas y nueces, tales como semillas maduras de las palmas.

Es una especie muy sociable; forman bandadas de hasta 30 a 50 individuos, sobre todo después de la época de cría.

Efectúan migraciones altitudinales; los individuos forrajean a lo largo de un amplio ámbito de territorio.

Viven en el dosel y bordes del bosque, bosques secundarios viejos, plantaciones de cacao, de pejibaye, áreas semi-abiertas y zonas agrícolas con parches dispersos de bosque.

Es una especie residente entre común y abundante en las bajuras y piedemontes de la vertiente del Caribe (aunque allí es cada vez más escasa, desde Limón hacia el sur) y al sur de la vertiente del Pacífico (al norte hasta el Parque Nacional Carara).

Se localiza también en las tierras bajas del Pacífico norte, al menos hasta la Reserva Biológica Lomas Barbudal. Es una visitante esporádica, sobre todo después de criar, en gran parte del Valle Central.

Es apreciada como mascota y se le mantiene en cautiverio en jaulas.

Información de la sitio Biodiversidad de Costa Rica