Editorial
La condena de la Sala Cuarta a la Fuerza Pública por la agresión de una vecina de Aguas Zarcas, producto de un impacto con un instrumento con gas lacrimógeno en octubre pasado, no deja duda de la desmedida represión contra el pueblo que ejerció los antimotines en los pasados bloqueos de la Zona Norte.
Patricia Durán, vecina de Aguas Zarcas, junto con su esposo sólo intentan cruzar el puente sobre el Río Aguas Zarcas para llegar a casa, cuando ésta fue impactada en la cara con un artefacto de gas lacrimógeno lanzado por los antimotines a los manifestantes.
Y como pudimos constatar, como testigos presenciales, ese día Patricia, no era manifestante, intentó refugiarse en algunas casas ubicadas en el sector oeste del puente sobre el Río Aguas Zarcas, cuando fue herida en la cara.
A esas propiedades privadas, se introdujeron los policías y empezaron a lazar gas a personas, sin importar si había niños o ancianos. En ese mismo lugar, los antimotines ingresaron por la fuerza y arremetieron contra las personas que intentan refugiarse aquí para evitar los gases, entre ellas, esta mujer y su esposo conocidos vecinos de Aguas Zarcas y que nada tenían que ver con la manifestación.
Este y otros pronunciamiento de las autoridades judiciales, de condena a la Fuerza Pública, donde se han destacado el actuar desmedido de la policía en los bloqueos, muestra un claro actuar violento contra el pueblo por parte de la Fuerza Pública en lugares como Zona Sur, Guanacaste, Quepos, Upala y San Carlos.
El caso de la agresión cobarde de una mujer en el Cruce de Altamira de Aguas Zarcas, quien fue golpeada por dos policías, mientras esta se encontraba indefensa en el suelo, es otro ejemplo de matonería y represión por parte de la fuerza pública en los pasados bloqueos y también terminó en condena a la Fuerza Pública.
El otro caso fue el de Roy Sibaja Chaves, vecinos de San Carlos, quien al parecer fue herido en el abdomen por la policía en un bloqueo en Terrón Colorado de Cutris, por estos hechos, Sibaja fue hospitalizado y estuvo en condición roja en un momento.
El otro caso fue el de Denis Cortés, vecino de Upala, el cual tuvimos también la posibilidad de entrevistarlo. En este último caso, según el joven, fue impactado a quema ropa por un policía, mientras refugiaba en una casa y donde ingresó un anti motín y a quema ropa le disparo. A este, la bala le atravesó un pulmón y estuvo en un principio grave en el Hospital de Upala, pero dichosamente se recuperó e interpuso una denuncia judicial contra la policía.
Este y otros casos denunciados por vecinos de Guanacaste, Zona Sur, Quepos y Zona Norte, muestran un claro abuso de poder por parte de la Fuerza Pública, y que hasta la fecha, el Ministro de Seguridad Michael Soto no sabido justificar.
Soto, le debe una explicación convincente a la ciudadanía por este actuar matonero y cobarde por parte de algunos policías, de lo contrario, debería renunciar a su cargo.
Si bien es sabido, la policía también se vio afectada por agresiones de los manifestantes y les tocó actuar, es también sabido, que hubo abuso de poder contra gente indefensa que no tenía nada que ver con las manifestaciones como el caso de esta vecina de Aguas Zarcas.
Producto de estas y otras denuncias de vecinos, no dudamos que la Fuerza Pública volverá ser condena y seremos todos los costarricense los que tendremos que pagar las indemnizaciones y daños provocados a estos vecinos.
El señor Soto le debe una explicación y justificación clara a la ciudadanía, si la tiene, de lo contrario, él también es corresponsable por estos hechos que bien ameritan su renuncia de forma inmediata.