La Flor del Espíritu Santo, una delicada orquídea que con sus pétalos color blanco marfil forma la figura de una paloma es el emblema o flor nacional de Panamá. En nuestro país, se cultiva en algunos viveros, es muy díficil de encontrar y reproducir.
Dicha parasita tierne unos pseudobulbos ovoides de hasta 12 centímetros de alto, elongados, no aplanados y de cuatro hojas que alcanzan hasta un metro de longitud y 15 cm de ancho, plegadas. La inflorescencia emerge desde la base del bulbo con una longitud entre 1 a 1,8 metros y produce un total de 4 a 12 flores de color blanco marfil intenso, con manchas o pintas de color púrpura con la antera y pistilo de color amarillo. Las flores se hallan adornadas en el centro de su labelo con una bien definida y delicada «paloma». Su olor se parece mucho al de la cerveza.
Dicha flor pertenece al orden de la s orquídea (Peristeria elata) habita en los bosques de de Panamá, Coclé y Colón en alturas de hasta 1.000 metros sobre el nivel del mar, aunque también se le ha encontrado en algunas zonas de las provincias centrales de Herrera y Veraguas.
La «flor del Espíritu Santo» florece entre finales de junio y noviembre, aunque la planta tarda en alcanzar esa capacidad 5 años.
Es un orquidea originaria de Panamá, donde hay mayor cantidad conocida, aunque también ha sido hallada en algunas Sáreas de Colombia y Ecuador.
Su hábitat es el de bosque montano maduro muy húmedo, donde se le halla sobre musgos en troncos de árboles a unos 1.100 metros sobre el nivel del mar, pero cerca del suelo.
Es tan delicada que no se le puede regar con agua potable, porque tiene cloro, sino con agua de lluvia.