Adultos de 60 años navegaron sobre el río San Carlos para recibir primera dosis.
Por: Henry Alberto Segura Fonseca 09-04-2021Compañeros de la región Huetar Norte no escatiman esfuerzos para cumplir su meta de inmunización.
Jimmy Delgado Alpízar y Dinia Morales Campos son colaboradores del área de salud Santa Rosa.
Dos usuarios de la dirección de Red integrada de prestación de servicios de salud de la región Huetar Norte se subieron a una panga para ir a toparse con un par de Asistentes de atención primaria en salud (ataps), para que les pusieran la primera vacuna contra covid-19.
Sin importar las corrientes del río, cuya longitud es de 142 km, don Marcelino Ramírez Mora y don German León Porras, de 60 años, emprendieron el viaje para llegar a la orilla del caudaloso río y encontrarse con la vacuna de la esperanza, que llevaban sobre sus hombros los ataps Jimmy Delgado Alpízar y Dinia Morales Campos, del área de salud Santa Rosa, en el distrito de Pocosol de San Carlos.
Cuando los dos adultos llegaron al punto acordado, la mañana de este jueves 8 de abril, Jimmy y Dinia ya los estaban esperando para ponerles la vacuna que les correspondía. Ni don Marcelino ni don Germán tuvieron que bajarse de la lancha, que funciona con remos, para que los funcionarios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) los inmunizaran.
“Así son nuestros días, salimos a buscar a los adultos mayores de 58 años para ponerles las vacunas. Previamente antes hayamos la manera de contactarlos y agendar el encuentro que deja alegrías a todos. Los pacientes quedan felices y muy satisfechos y uno recibe la recompensa de saber que cumplió con el objetivo de servir” dijo Dinia Morales de 54 años y quien suma 21 años de trabajar para la CCSS.
“Cada día de trabajo uno se topa con situaciones distintas que la gente no se imagina, yo ingresé a trabajar con la Caja en el 2010, conozco muy bien las comunidades del Concho, Coopevega y Boca Arenal donde estoy actualmente, nunca me había sentido tan útil como ahora porque ver los rostros de las personas cuando reciben las vacuna, son momentos que se quedan para siempre en la mente de uno y es cuando se da cuenta que todos los esfuerzos que se hacen a diario valen la pena” comentó Jimmy de 35 años.
Los ataps siempre que aplican una vacuna contra covid-19 se quedan esperando por periodos de 15 minutos o más, lo hacen bajo el sol y con las piernas recargadas por la inestabilidad de los terrenos, muchas veces apoyándose sobre las mismas lanchas para no hundirse sobre el suelo fangoso.
Don Marcelino y don Germán viven al otro lado del río San Carlos en “Finca La Maijú”, comunidad de Boca Arenal de Cutris”, y encuentran en las aguas, la mejor opción para salir de sus casas y acercarse a los servicios. Ambos agradecieron al personal que prácticamente llegó a ellos con la buena noticia de que llevaban sus dosis.
El doctor Randall Chavarría Flores, director a.i de la Red integrada de prestación de servicios de salud de la región Huetar Norte dijo que los ataps hacen un trabajo de hormiga y que no escatiman esfuerzos para cumplir con la misión encomendada.
“Uno se queda pensando en el valor que tiene su trabajo. No es fácil lidiar con las condiciones del clima, con la topografía de los terrenos y con el tiempo en contra porque una vez que se abre un frasco de la vacuna hay que tener aseguradas las 6 personas que recibirán la dosis. El trabajo de las compañeras y compañeros ataps tiene valor y valor del bueno” doctor Chavarría.
En la región Huetar Norte se han aplicado 18.500 mil dosis y nuestro compromiso es seguir adelante con este proceso de inmunización. La esperanza es que sigan llegando y llegando más frascos de la vacuna al país.
Datos de la regional indican que la aplicación de la vacuna avanza muy bien según cada área de salud:
Aguas Zarcas 2300 dosis aplicadas
Santa Rosa 2293 dosis aplicadas
Pital 1590 dosis aplicadas
Los Chiles 2474 dosis aplicadas
La Fortuna 1892 dosis aplicadas
Ciudad Quesada 4655 dosis aplicadas
Guatuso 1671 dosis aplicadas
Florencia 1621 dosis aplicadas
Fuente: Región Huetar Norte