Por Henry Esquivel Monge, escritor sancarleño.
-Vide aste Remigio la guena noticia.
– Que noticia que yo ando muy ocupao, pa andar poniendo cuiao a carajaas.
-Pos que se nos dio la independencia Remigio.
– Y eso en que cambea las cosas, si siempre hay que trabajar.
– Pos si hombre, pero ya somos a parte de España.
– A ollí y ahora que vamos a ser ¿ Dejar de ser provincia de España y volvernos provincia de Guatemala?
– Pos no, se dice que seremos una nación, caa una de las viejas provincias será igual.
– Pero somos chirrisquiticos y como nos vamos a defender, hagorita otra nación nos pone la pata encima.
– Escuché que dicen los cartagos que ya tomaron la decisión y seremos una nación soliticos y aparte .
– Gueno Juvenal, así pue que si, pa mandarnos sólitos y si hay que defender, con mi machete y hacha yo me aputo Juvenal.
– A que Remigio y con lo guen espaachin que es aste, lo nombran general.
– No diga bobadas hombre, pero volviendo al tema esto hay que celebrarlo voy a trer la confizgaa bandolina y digamosle a toos que nos juntemos en la plaza pa celebrar esta carajaa.
-Ta gueno Remigio que como dijo la biblia pa too hay su tiempo .
Al poco tiempo, se espiaba por la calle solo chisperios, era la gente que pa alumbrarse sacaban sus faroles y se espiaba un trillo de luces por toiticos laos camino a la plaza donde estaba el jolgorio.
Remigio ya tocaba aquel instrumento bien inspirao con trago de contrabando que el mismo había preparao
Luego nos dimos cuenta que así en otros pueblos había pasao y como tradición se siguió celebrando.
Los dejo porque estoy listo catrineao y con un farol muy corrongo que me he preparao, pa celebrar la independencia y usted también está invitado.
¡Que viva Costa Rica mi patria quería! Que a doscientos años ya a llegao.