Estado calcula las pérdidas por robo de cable y bienes públicos en ¢3 mil millones en lo que va del año.
Comunidades de la Zona Norte seriamente afectadas ya que se quedan sin el servicio de telefonía público.
Las llamadas chatarreras estarían detrás del robo de cable y otros bienes públicos como tapas de hierro o rejas de alcantarilladas.
Ayer se realizó en operativo policial en San José, específicamente en varias chatarreras con el fin de decomisar bienes públicos robados como cable de teléfono y tapas de alcantarillas.
Las chatarreras serían cómplices del robo de muchos de estos bienes públicos que viene en aumento y que le generado al Estado uno ¢3 mil millones en perdidas en lo que va del año.
Las autoridades presumen que el mercado de venta de cobre que sacan del cable tiene como destino los países asiáticos que serían los principales compradores de hierro y cobre.
En caso de la Zona Norte, el robo de cable, el más frecuente, se extendido a lo ancho y largo de la Región. Cada semana la policía detiene entre entre dos a tres sujetos por robo de cable, cable que es vendido en chatarrera locales hasta por ¢11 mil el kilo de cobre.
Se presume que algunas chatarreras locales se han convertido en cómplices de los roba cables, ya que compran el productos y no investigan el origen de este. Tampoco dan parte a la policía para que investiguen a los vendedores.
El robo de cable se ha convertido en un dolor de cabeza para las autoridades que no dejan de detener los llamados “robacables”, que aprovechan las horas nocturnas para subir a los postes y bajar el cable que luego es quemada para vender el cobre por kilos en chatarreras.
Un negocio que involucra tanto a los robacables como los dueños de chatarreras que en algunos casos pagan hasta en ¢11 mil el kilo de cobre de cable, lo que se convierte en un negocio atractivo para los ladrones.
Entre esta semana y la pasada, la autoridades policiales han detenido aproximadamente a cinco robacables con cables, en lugares como San Carlos y Upala donde el robo de cable se extendido a gran escala.
Comunidades las más afectadas
A raíz de estos robos el ICE ha tenido perdidas millonarias, tanto es así, que las comunidades donde se han robado el cable han quedado incomunicadas porque la institución no los renuevan y los pueblos se quedan sin teléfono fijo.
Comunidades de Florencia y de Aguas Zarcas y son ejemplo de ello. Aquí los robacables han hecho de las suyas desde hace meses. Los vecinos quedaron incomunicados por telefonía fija, ya que el ICE no ha querido reponer el cable.