José María Figueres candidato Presidencial por el Partido Liberación Nacional parece ser muy sentimental como político. Las emociones con regularidad le ganan, se quiebra y suelta el llanto. Lagrimas que hemos visto en diferentes etapas de su carrera.
Para algunos, son «lagrimas de cocodrilo», pero para otros, las emociones le ganan al expresidente.
Las lágrimas del pasado sábado 25 de septiembre no han sido las primeras derramadas por el expresidente y candidato a la presidencia para el 2022. En esta ocasión, Figueres lloró al tener que pedirle al alcalde de Desamparados Gilberth Jiménez, que renunciara a aspirar a la candidatura en el tercer lugar por San José, para cederle su espacio a Danny Vargas, ficha de Johnny Araya.
Hace 27 años en una visita a San Carlos como candidato del PLN Figueres lloró de emoción de poder ver terminada la anhelada via . En esa ocasión aseguró que, sí veríamos la nueva carretera en su gobierno, algo que no sucedió como es conocido en 1994 cuando fue electo Presidente de la República.
En el año 2016 en una entrevista con Telenoticias en Suiza lloró por no poder comer tamales en diciembre y de nostalgia de no poder venir a Costa Rica.
En mayo del 2018 con motivo de las elecciones presidenciales Figueres volvió a llorar esta vez porque el país no tuvo un candidato de liberación nacional. En esa ocasión dijo que votó por Carlos Alvarado.
Sobran las opiniones del llanto de Figueres, para muchos es una estrategia para causar lastima, pero para otros, el expresidente es muy sentimental y las emociones lo vencen.