La vida del defensor de la «Montaña Sagrada”, (Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco), profesor Omar Morales, se apagó lentamente la noche de ayer 12 de noviembre, montaña que defendió hasta el último suspiro.
En cama de hospital y con dificultad para hablar y respirar debido al COVID que afectó su organismo, don Omar envió un audio, donde decía que buscaría dejar la Federación de ASADAS de la Zona Norte, en la cual era su Presidente, en nuevas manos para que continuaran con la lucha de la protección del agua y la Montaña Sagrada, algo que no alcanzó a dejar.
Ayer la muerte le impidió volver a su hogar en Buenos Aires de Venecia para arreglar estos asuntos, luego de más de un mes hospitalizado junto a su esposa, que también tiene COVID.
Símbolo de lucha en favor de la naturaleza
El profesor don Omar Morales, será siempre ejemplo de un sancarleño verdaderamente comprometido con el ambiente, sin ningún interés.
Es un símbolo de la resistencia y lucha tenaz por la protección de los manantiales del Parque del Agua, la ecología y la vida. Desde las aulas del Colegio de Aguas Zarcas, donde fue profesor de Ciencias Agropecuarios y desde diversos centros de formación, siempre predicó con el ejemplo. Tenía información precisa sobre el daño ambiental que hoy sufren nuestros bosques y el planeta en general.
Siempre estuvo presentes en las luchas ambientales de la Zona Norte, como es la minería a cielo abierto en Crucitas, la contaminación de las aguas por las actividades agrícolas extensivas, y sobre todo, en la luchas de protección de la riqueza acuífera del Parque Nacional del Agua, su principal defensor.
Su partida terrenal deja un profundo vació no sólo como líder comunal que fue toda su vida, sino como ser humano comprometido con el prójimo y con el ambiente en las distinta etapas de su vida a lo largo de más de setenta años vida.
Más recientemente con la Federación de ASADAS de la Zona Norte, uno de sus fundadores, Don Omar, puso alma y corazón en la defensa y protección de las aguas del cantón. Denunció delitos de contaminación y la deforestación que afectan el preciado líquido, el cual, siempre dijo que sería el oro del futuro y por él, cual el mundo entraría en guerras.
Una de sus luchas más fuertes con la Federación de ASADAS la dio con la denuncia de la construcción de polleras, en Calle Damas de la Palmera, límite con el Parque, así como otros proyectos que de cría de pollos ubicados en áreas de amortiguamiento de la Montaña Sagrada en Garabito de Aguas Zarcas, Venecia y Ciudad Quesada.
Fue un ser humano optimista, sereno y directo al hablar. Pocos, tuvimos la dicha de conocerlo de cerca, conocer su pensamiento de conservación y lucha por construir un futuro mejor para las nuevas generaciones.
Desde su amado Buenos Aires de Venecia, trabajó por años en la Asociación de Desarrollo Integral donde emprendió junto con sus compañeros de trabajo grandes proyectos de bienestar comunal como fue la construcción de aceras en pueblo. También era miembro de Comité de Acueducto, por el cual trabajo toda su vida. Su sueño era ver terminado el nuevos edificio de la ASADA, algo que no alcanzó a ver finalizado
Generaciones de estudiantes el Colegio Nataniel Arias Murillo de Aguas Zarcas, lo recordarán como profesor práctico en la formación de aprender haciendo en el campo y la protección del ambiente.
Enseño a defender ideales y luchar por ellas hasta el final, pero sobre todo enseñó sobre el amor y la protección de la naturaleza.
San Carlos hoy pierde a un gran líder un defensor del ambiente y una persona buena.
Nos unimos al dolor de su familia y amigos por esta gran pérdida, pero nos queda sus enseñanzas que vivirán con nosotros por siembre don Omar.