“Se embarrialó los zapatos en Crucitas”
Rodrigo Chaves, primer Presidente en ensuciarse los zapatos con el barro de Crucitas, comunidad olvidada, saqueada, violentada y deprimida como muchas de la Zona Norte, se lleva el barro de Crucitas y la inquietud de un pueblo abandonado por décadas.
Miles de almas hemos visto con agrado esta gira presidencial que representa la esperanza no solo de una comunidad abandonada, sino la de todo un país que clama intervención y orden de una vez por todas en esta zona.
El viaje de Chaves a las fincas saqueadas, heridas y envenenadas por la minería ilegal, le sacó las lágrimas a algunos de los pobladores de Crucitas, como dijo el presidente, una comunidad pobre asentada en una mina de oro.
Abrazos al Presidente y apoyo al que ha venido a buscar una solución a este pueblo asediado por mafias de delincuentes organizados, problemas sociales y ambientales e invadida por indocumentados que extraen de forma ilegal El Oro de las entrañas e la tierra
Chaves que hoy se embarrialó los zapatos con el lodo de Crucitas, ha visto, sentido y escuchado el clamor de los pobladores que durante años han pedido a los gobiernos de turno una solución a todos estos males que los afectan y los sume en más pobreza y abandono sin fin.
Queda la esperanza de un país que pide respuestas para detener el daño ambiental por la extracción de un oro que solo ha traído miseria a la zona y la fuga del oro ilegal a otros países.
Una extracción de oro sostenible con la participación comunal y el acompañamiento de actores sociales y gubernamentales, podría ser una solución al “desmadre” ambiental y robó del oro de estas comunidades asentadas en una mina de oro, pero seriamente deprimida, sin opciones laborales y de educación. Sin conectividad, i caminos decentes para generar desarrollo.
Chaves se lleva hoy el barro de una comunidad pujante que clama por justicia social en un territorio resplandeciente de oro, pero contradictoriamente pobre.