Programa salud sexual y reproductiva sobrepasa 7.5 veces el alcance esperado en jóvenes de la Zona Norte

Programa de salud sexual y reproductiva sobrepasa alcance esperado entre jóvenes

  • Pese a ser altamente vulnerable a infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados, las personas adolescentes y juventudes rurales cuentan con poco conocimiento y apoyo para reducir su exposición a estas problemáticas.
  • Proyecto de World Vision desarrolló herramientas digitales y presenciales para fortalecer las capacidades de la juventud en temas de habilidades para la vida y derechos sexuales y reproductivos.
  • En los próximos meses, Proyecto “Suave un toque” desarrollará tres distintas acciones en cinco cantones de la Zona Norte.

“Suave un toque”, un proyecto de World Vision financiado por la Unión Europea y dirigido a fortalecer la educación sobre derechos sexuales y reproductivos en jóvenes entre los 12 y los 19 años, logró impactar a 296.528 personas, entre ellos, 167 202 mujeres adolescentes. El alcance del programa fue tan amplio que superó en más de 7.5 veces la proyección de personas beneficiarias, la cual, se había propuesto alcanzar a 39.000 personas adolescentes de la Región Huetar Norte del país.

El proyecto busca brindarle a la población beneficiaria herramientas de educación sexual y reproductiva para fortalecer su autogestión e incrementar su capacidad para la toma de decisiones informadas. Para lograrlo, el proyecto empleó productos educativos en formatos amigables y directos que incentivaran a la juventud a conocerse mejor a sí misma, informarse y hacer conciencia sobre este tema reforzando así su rol como agente de cambio social.

Como señaló Marilyn León Salas, Coordinadora de Programas de World Vision Costa Rica, “este proyecto concibió el proyecto “Suave un toque” como una oportunidad para empoderar a los y las jóvenes para que tomen decisiones fundamentadas en cuanto a sus relaciones afectivas y su sexualidad. Sirve para que ellos y ellas puedan enfrentarse con suficiencia a la violencia y las desigualdades basadas en el género, los embarazos no deseados, y las infecciones de transmisión sexual que implican graves riesgos para su salud y bienestar integral en el mediano y largo plazo”.

Como parte de sus acciones, el proyecto de World Vision impulsó la campaña digital llamada “Llévala al suave”, a través de Facebook, con el propósito de educar y romper mitos. Por otra parte, el proyecto también desarrolló talleres presenciales y lanzó un taller virtual sobre relaciones saludables. Además, se creó una red de WhatsApp a la que se envía información educativa regularmente a las personas jóvenes que son la audiencia del proyecto. La expectativa es que este esfuerzo logre generar un impacto positivo en las personas adolescentes antes de que inicien su actividad sexual, y, en el caso de que ya hayan iniciado, que no solo adquieran habilidades para tomar medidas de prevención de embarazos e infecciones de transmisión sexual, sino que se empoderen de su sexualidad para establecer relaciones sanas basadas en el respeto, la equidad y el bienestar.

Próximas acciones

Como parte del proyecto se ha impulsado la figura de los “Jóvenes multiplicadores”, se trata de 450 personas adolescentes que han sido capacitadas por los equipos técnicos de World Vision a través de 11 sesiones presenciales.

De acuerdo con León, entre agosto y octubre el proyecto arrancará con tres acciones. La primera de ellas será impulsar una serie de campañas itinerantes en comunidades para que los jóvenes y personas adolescentes multiplicadoras socialicen y compartan sus aprendizajes para el refuerzo de los mensajes de educación sexual y reproductiva con al menos 7000 personas adolescentes de los cantones de la Zona Norte.

La segunda acción será iniciar un proceso de sensibilización a 150 padres y madres de las personas adolescentes, para que ellos apoyen a sus hijos e hijas al desarrollar capacidades en el tema de salud sexual y reproductiva. Finalmente, también se capacitará a 100 líderes de las organizaciones de la sociedad civil y comunidades de los cinco cantones para que se empoderen en la temática de derechos sexuales y reproductivos y se tornen facilitadores y garantes de la observancia de estos derechos en los servicios de salud, así como promover el fácil acceso a información para las personas adolescentes en sus comunidades.

Un escenario complejo

De acuerdo con León, “los indicadores sobre embarazos adolescentes y la prevalencia de infecciones de transmisión sexual son más frecuentes en zonas rurales, por lo que la población joven de estas áreas geográficas requiere ser apoyada con una educación efectiva sobre habilidades para la vida y sexualidad, es decir, una educación que les brinde suficiente apoyo de cara al cumplimiento de las metas de acceso universal a la salud sexual y reproductiva y a la prevención, tratamiento, cuidado y apoyo ante infecciones de transmisión sexual, como el  VIH”.

El proyecto “Suave un toque” se produce en un contexto en el que, de acuerdo con un reporte de consulta a organizaciones de la sociedad civil realizada por World Vision, de un total de 54 organizaciones entrevistadas, ninguna de ellas posee iniciativas relacionadas al tema de Derechos de Salud Sexual y Reproductiva, ni tampoco han llevado a cabo campañas de reflexión, sensibilización o diálogo sobre esta temática.

Esta situación se refleja en los resultados de una investigación de línea de base realizada para el proyecto “Suave un toque”, en la que un pretest aplicado a 186 personas jóvenes y adolescentes entre los 11 y 19 años de edad de cantones de la zona norte del país, demostraron que había un limitado conocimiento sobre infecciones de transmisión sexual y uso del condón. Adicionalmente, respecto al tema de métodos anticonceptivos, menos de la mitad de los hombres conocen algún método de anticoncepción, mientras que el mayor porcentaje de mujeres conoce tres o más métodos. Como dato adicional, fue muy relevante para World Vision identificar que, de la totalidad de participantes del test, un 74% de los jóvenes participantes indicaron no utilizar los servicios de salud para recibir información sobre salud sexual y reproductiva