“ Tras que cuernos palos” dice un viejo adagio, que se aplica a varios niños de la frontera norte de la comunidad del Roble de Cutris, San Carlos abandonada por años por la Municipalidad sancarleña, con pésimos caminos y escasas oportunidades. Y ahora, sus fuentes de agua de consumo contaminadas con mercurio, producto de la extracción ilegal de Oro en Crucitas
Con sus caritas inocentes cinco menores deben caminar todos los días cuatro kilómetros para llegar a la escuelita del Roble de unos 12 estudiantes,
Deben hacerlos por un camino en pésimo estado, por la vía que conduce a Chorreras de Cutris, otra de las comunidades afectadas por el mercurio y donde hasta hace una semana pudo ingresar el camión cisterna de Acueductos y Alcantarillados con agua potable.
Para no en embarrialar sus zapatitos algunos de los niños caminan descalzos otros con botas. Las lluvias de estos días de marzo, han trasformado el camino en un verdadero charco y deben caminar por un Camino resbaladizo como jabón,
Aquí la maquinaria municipal intenta mejorar la vía con una niveladora y material para apalear la emergencia, mientras se realizan las obras producto del decreto de emergencia que mejoraría los caminos de las comunidades afectas por el mercurio: Crucitas , El Roble, Chorreras, Llano verde y Jocote.
Parece que estos menores ya están hechos a estas condiciones de exclusión social que han vivido por años, tanto de los gobiernos de turno, como las autoridades del municipio sancarleño, que se olvidado de estos territorios lejanos donde no se cazan votos.
Para colmo, ahora una nueva desgracia les ha caído, como una plaga bíblica: el agua con mercurio en sus pozos que han tenido que consumir desde hace algunos meses, hasta que recién comenzó la repartición del agua con cisternas.
Estas comunidades sancarleñas afectadas poseen una red de caminos muy extensa y por años olvidadas por la que se hacía llamar la Municipalidad más eficiente del país.
Aquí los afectados por el mercurio y sus familias parecen haberse abandonado a su suerte ya que carecen de muchos servicios como agua limpia, internet, vías de comunicación, algunas veces luz eléctrica y señal celular.
No hay autobuses y en invierno solo pueden pasar los caballos por estos caminos abandonados.
Rodrigo Barrera un menor de tercer grado de la Escuela del Roble le pide al Presidente Chaves que le mejore el camino. Parece desconocer la delicada emergencia que viven con el agua contaminada con mercurio.
Asegura que ahora el cisterna pasa día por medio y logran abastecerse con unas pichingas de agua.
Su desgracia mayor, haber nacido en esas tierras olvidadas, sin posibilidades de educación y servicios y para colmo, ahora con agua contaminada.
Muy lejos esta de conocer la realidad de los menores de su edad que viven en centros de población de los distritos sancarleños o de Ciudad Quesada, con todos los servicios a su alcance
La esperanza de estos menores y sus familias es un decreto de emergencia que mejoraría las vías un poco, un parche que no cubre nada la gran problemática de estos pueblos abandonados desde siempre y ahora contaminadas sus aguas
