Audrey Elizabeth Hale tenia 28 años y un plan. Entró por una puerta lateral en su antigua escuela de la Iglesia Presbiteriana de Covenant (Nashville) con dos rifles de asalto y una pistola, armas que había obtenido de forma legal, y se dispuso a cumplir su plan. «Tenemos un mapa dibujado donde se explicaba cómo iba a suceder todo esto», ha dicho la policía. Antes de ser finalmente abatida, Audrey Elizabeth Hale añadió a su mapa seis cadáveres: tres menores y tres adultos.
La policía ha informado que Audrey eratransgénero y usaba el pronombre ‘él’. En su época de estudiante de Arte, posterior a su estancia en Covenant School, Audrey era «una niña tranquila, dulce, divertida y algo callada«, cuenta un antiguo amigo a Daily Mail. «Cuando dijo que, en realidad, era un hombre, nadie se sorprendió y se le apoyó», añade.
En Covenant, donde hay alrededor de 200 alumnos, Audrey estuvo desde preescolar hasta el equivalente a sexto de Primaria. Después, según su perfil de LinkedIn, estudió Arte y trabajó para Nossi College of Art en Madison, Tennessee. Allí ganó un premio por ser el artista «más mejorado» de 2015, según la web de la escuela. Desde el año pasado, se ocupaba de su propio negocio independiente de ilustración y diseño gráfico
El jefe de la policía metropolitana, John Drake, informó que Hale recibía atención médica por «trastorno emocional». Esto no fue impedimento alguno para que comprara legalmente siete armas en los últimos dos años, en cinco establecimientos diferentes.
Poco antes de iniciar su acción asesina, Hale envió por Instagram un tétrico mensaje a una amiga de la época escolar. “Planeo morir hoy” confesó a Averianna Patton. “Esto no es una broma”, añadió. Y hubo otra confesión: “Sabrás de mi por las noticias después de mi muerte. Este es mi último adiós, te quiero, te veré de nuevo en la próxima vida”. Esto lo remitió solo 16 minutos antes de que la policía recibiera el primer aviso.
Hale envió por Instagram un tétrico mensaje a una amiga
“Nos queda mucho por vivir”, replicó Patton. “Los siento –respondió Hale-, no intento preocuparte o llamar tu atención. Solo necesito morir”. Todavía le explicó que su familia no sabía nada de “lo que voy a hacer”. Y reiteró que “un día más no tendría sentido, he dejado atrás muchas evidencias, pero algo malo va a ocurrir”.
Patton se tomó en serió esa comunicación, conocedora que Hale había hecho previamente a otros colegas confesiones de ese tipo. Contactó con la línea de prevención al suicidio y con la oficina del sheriff del condado.
La policía difundió este martes la grabación de la operación policial en el que se ve cómo Hale cayó bajo las balas de los agentes. Las imágenes son perturbadoras. En medio del ruido constante de las alarmas, parece que sea una película, pero es real. Los policías entran a la escuela y van revisando todos los espacios, hasta que escuchan tiros en la planta superior. Hale está ante un gran ventanal, en una especie de atrio. Los agentes, a los que se les escucha decir “recargar” y órdenes para desplegarse, disparan sin cesar mientras se aproximan a ella. “Sospechoso abatido”, se oye.
las 9:57, minutos antes de los primeros disparos, el atacante habló por Instagram a una excompañera del colegio para confesarle que planeaba suicidarse, y que ella lo vería en las noticias. El mensaje proseguía: «Un día esto tendrá más sentido. He dejado tras de mí pruebas más que suficientes. Pero está a punto de pasar algo malo».
Según la policía, Hale escribió un manifiesto y un mapa del recinto escolar. «El manifiesto encontrado indica que iba a haber tiroteos en varios lugares y la escuela era una de ellas. De hecho, en el mapa se detallaba la vigilancia, los puntos de ingreso y cómo se iba a realizar el ataque ese día», dijo Drake.
forma en que Drake describió a la pistolera como “mujer transgénero” llevó a la confusión y a las especulaciones, sobre todo en la extrema derecha, que hace del tema del género una de sus batallas ideológicas, dando a entender que había una enfermedad menta en ella, argumento habitual para perdonar a las armas. Compró su armamento legalmente en tiendas locales.
“Audrey Hale es una mujer biológica que en su perfil en las redes sociales utilizar pronombres masculinos”, clarificó Don Aaron, portavoz policial. En su LinkedIn modificó su presentación hace unos meses y se declaraba hombre.
Hale falleció sintiéndose hombre
“Hay algunas teorías sobre eso”, respondió Drake a la pregunta de si existía vinculación entre la matanza y esa identidad transgénero. Una de las posibles explicaciones era su resentimiento por haber asistido a una escuela cristiana. Los agentes estaban analizando un manifiesto que dejó escrito sobre su acción criminal, en el que se supone aborda su identidad de género y su insatisfacción vital. En ese documento incluyó su plan para propagar su matanza desplazándose a otros puntos de la ciudad.
Es muy difícil ahora, pedimos privacidad. Realmente no puedo hablar en este momento, creo que perdí a mi hija hoy» dijo por teléfono la madre, Norma Fort Hale, a un reportero de ABC News, refiriéndose a Audrey en femenino.
Igualmente sorprendidos estaban los vecinos y personas cercanas a Audrey, aunque todos ellos se refieren a él como mujer. «Conozco a Audrey, la conozco desde que era un bebé. Acababa de salir de la ducha cuando todo esto comenzó a suceder. Realmente no sabía nada más que eso. Algo estaba pasando en la puerta de al lado. Es simplemente trágico para todos. Los dulces niños que fueron asesinados, los adultos. Todo. Era muy dulce, no sé qué ha podido pasar. Da mucho miedo», dijo a The Daily Beast una vecina.
Una compañera de la época en que eran estudiantes de Arte en Nashville (entre 2011 y 2014, cuando Audrey hizo pública su condición de persona trans justo tras graduarse) dijo que «lo que hizo fue imperdonable, pero cuando la conocí era una chica dulce y divertida, formaba parte de la comunidad LGTBI y estaba involucrada en la escuela».
«Realmente no encabaja en el arquetipo del tirador escolar. No sé qué habrá pasado para convertirla en esa persona que ahora vemos en las noticias. Nadie de mi clase había visto esto venir», añadió en declaraciones al Daily Mail.
Audrey tampoco creció en un entorno donde el uso de armas fuese habitual. «Su familia no iba a cazar ni al campo de tiro«, cuentan los vecinos. «Lo único que tiraban eran pelotas a la canasta de baloncesto».