La alianza estratégica entre autoridades costarricenses y estadounidenses, como parte del Patrullaje Conjunto, permitió capturar una embarcación cargada con 605 paquetes de clorhidrato de cocaína.
De acuerdo con lo informado por el Ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora Cordero, este último golpe al crimen organizado se debió a una operación realizada por personal del Servicio Nacional del Guardacostas y del Organismo de Investigación Judicial, con apoyo de autoridades estadounidenses.
Zamora detalló que la nave sospechosa fue interceptada a la 1:24 de la tarde del juevespor parte de una lancha del Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) del Guardacostas, durante un patrullaje efectuado a 90 millas náuticas (166 kilómetros) de Cabo Matapalo, cantón de Golfito, en el Pacífico sur.
Se trata de una embarcación de pesca comercial de nombre Marian Paola, con matrícula de Golfito PG-6576, la cual, según presumían las autoridades, transportaba un cargamento de sustancias ilícitas.
Es por ello que, bajo la dirección funcional de la Fiscalía de Crimen Organizado, la nave fue capturada y llevada hasta Golfito a las 10:30 de la mañana de este viernes.
Fue así como se logró determinar, durante la tarde del viernes, luego de una exhaustiva inspección, que dentro de la hielera, en medio de producto pesquero y hielo, había un compartimento oculto dentro del cual los tripulantes llevaban 605 paquetes de aproximadamente un kilo de clorhidrato de cocaína cada uno.
De igual manera se contó con el apoyo de un guía y un agente canino de la Policía de Fronteras, por lo que tras realizar la inspección de rigor, el can dio positivo para los olores con respecto a los cuales fue entrenado.
Los ocupantes de la citada lancha fueron identificados como tres costarricenses de apellidos Blanco Quirós, quien era el capitán de la nave, Hernández Cubero y Barquero Castillo, ninguno de ellos con antecedentes judiciales.