Alejandro Arias Monge, conocido como «Diablo», se ha convertido en el fugitivo más buscado en Costa Rica, según informes policiales.
Este individuo ejerce control sobre gran parte del microtráfico en Pococí, una localidad estratégica para el embarque de cocaína hacia el norte, en dirección a Nicaragua y al puerto de Limón. Además, se le ha vinculado con actividades de lavado de dinero y ganadería ilegal.
El territorio de «Diablo» ha estado en disputa con Moreno Borbón, alias «Pechuga», desde 2016. Ambas bandas, originadas en las cercanías de Guápiles, se enfrentan por el control de la zona.
La rivalidad entre estas bandas criminales y la violencia asociada a la disputa por el control del microtráfico no es ajena en Costa Rica. Estos enfrentamientos suelen estar relacionados con la lucrativa demanda de estupefacientes en las principales ciudades del país.
Analistas de InSight Crime señalan que ser el actor criminal dominante en Pococí y sus zonas aledañas puede ofrecer ventajas estratégicas para «Diablo» y «Pechuga». En primer lugar, Pococí sirve como un atajo desde la frontera nicaragüense, con diversas economías criminales en esa región. Arias Monge tiene conexiones consolidadas en Nicaragua, como lo evidencia la captura de su mano derecha, Dennis Antonio Mendoza García, en ese país.
En segundo lugar, Pococí está ubicado en el distrito de Limón, una importante ruta de tráfico de drogas que se dirige al puerto de Limón, desde donde se introducen sustancias ilegales en contenedores con destino a Europa. El puerto también es un foco de violencia de pandillas debido a la competencia entre diferentes grupos para controlar los cargamentos de cocaína y marihuana.
InSight Crime ha informado previamente sobre la importancia del Puerto de Limón como epicentro del tráfico de drogas en Costa Rica, con grandes cantidades de drogas que salen por ese puerto, la colaboración de funcionarios y la presencia de nuevas mansiones en la carretera que conecta el puerto con Pococí.
La rivalidad entre «Diablo» y «Pechuga» representa un desafío significativo para las autoridades costarricenses, quienes buscan restablecer el orden y abordar el problema del narcotráfico en la región.
La mañana de hoy lunes 18 de diciembre el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ha desplegado una operación de gran envergadura con 40 allanamientos a nivel nacional, focalizando sus esfuerzos en desmantelar estructuras vinculadas al conocido Alias «el Diablo». Aunque Guápiles es el epicentro de atención, los allanamientos se extienden a otras localidades como Ciudad Quesada, Fortuna y Sarapiquí.
El objetivo de esta operación es la detención de 29 personas vinculadas a esta red criminal, así como el decomiso de 40 vehículos de alta gama y 600 cabezas de ganado. En total, participan alrededor de 600 personas en este operativo, que representa un golpe significativo contra la actividad delictiva de la organización.
Esta red criminal ha sido objeto de una exhaustiva investigación durante varios meses por parte de los agentes judiciales, revelando que su principal área de acción se centra en el almacenamiento, distribución y comercialización de estupefacientes.
Los allanamientos y detenciones se están llevando a cabo en diversas localidades de la provincia de Limón, incluyendo Santa Rosa, Colorado, Ticabán, La Rita, Pococí, Roxana y Barra del Colorado. Además, se están llevando a cabo operativos en El Tanque y La Fortuna de San Carlos, Coronado y Montes de Oca en San José, así como en Sarapiquí en Heredia.
Randall Zúñiga, director del OIJ, informó que en el marco de la operación se logró la detención del número 2 de la organización criminal, apodado «Míster Músculo» o Delgado, quien anteriormente fue agente del OIJ y ahora enfrenta procesos penales por transporte de drogas, posesión de vehículos de alta gama, armas de fuego y dinero de origen dudoso. Delgado estaba encargado de la logística del grupo y de la trazabilidad del dinero, siendo considerado la mano derecha de Alias «el Diablo».
En un paso estratégico para debilitar la estructura de la organización, la esposa de «el Diablo», su hermana y la madre de otro de sus hijos, han sido detenidas durante esta operación. Las autoridades destacan la importancia de estas detenciones, ya que se cree que estas mujeres desempeñaban roles clave en las actividades delictivas de la organización.