Policía de Fronteras triplicó en el 2023 los decomisos de medicamentos en relación con el 2022
-Más del 99% de los decomisos se dieron en Los Chiles, La Cruz y Upala, cantones fronterizos con Nicaragua.
-Contrabandistas infringen normas sanitarias y tributarias.
-Todos los fármacos decomisados fueron remitidos al Ministerio de Salud para ser destruidos.
La Policía de Fronteras cerró el 2023 con el triple de decomisos de medicamentos contrabandeados en comparación con el 2022.
Lo anterior debido a que durante el año 2022 fueron incautadas 48.653 unidades de diversos tipos de fármacos, mientras que en el 2023 ascendió a 162.153 unidades.
Las unidades de la Policía de Fronteras que registraron más incautaciones este año fueron la de Los Chiles, con 94.559 medicamentos; y La Cruz, esta última unidad tiene a cargo el nuevo puesto de México de Upala, inaugurado en setiembre del 2023, con 67.089 unidades de fármacos.
Es por que los tres cantones citados acumulan el 99,6% de todo lo incautado en materia de fármacos contrabandeados.
Aunque en menor medida, también se registraron algunas incautaciones por parte del personal destacado en Delta Costa, cantón de Sarapiquí, así como en Kilómetro 35 de Golfito.
El tipo de presentación que más es detectada en la frontera norte son las pastillas, con más del 60%, seguido por sobres, cápsulas y frascos.
La mayoría de dichos fármacos son analgésicos, multivitamínicos, antibióticos y antigripales.
Para el director de la Policía de Fronteras, comisionado Adrián Salazar, la labor que realiza el personal a su cargo va más allá de un tema meramente fiscal, pues se trata, ante todo, de un tema de salud pública.
Lo anterior debido a que los posibles consumidores de esos productos no tienen ninguna garantía de que el contenido corresponda al etiquetado.
Además de ello, dichos fármacos son introducidos al país en condiciones insalubres, ya que son sometidos a condiciones de humedad y temperaturas sumamente inadecuadas.
Por lo anterior, aparte de violentar la legislación tributaria, los contrabandistas también infringen las normas sanitarias más elementales en cuanto al transporte y almacenamiento de productos farmacéuticos.
Tal y como lo dispone el protocolo, en todos estos casos los medicamentos fueron entregados al Ministerio de Salud para su destrucción.