En respuesta al masivo ingreso de extranjeros, un fenómeno común en los primeros días de enero, el Ministerio de Seguridad Pública ha intensificado sus esfuerzos de control en la frontera norte de Costa Rica. La presencia policial se ha fortalecido, especialmente en los puntos estratégicos de Peñas Blancas de La Cruz y Tablillas de Los Chiles, dos lugares de alto tránsito fronterizo.
Esta operación conjunta involucra a diferentes cuerpos de seguridad, incluyendo agentes de la Policía de Fronteras, el Servicio Nacional de Guardacostas, la Fuerza Pública y la Policía de Migración. El objetivo principal de esta iniciativa es garantizar la seguridad de los viajeros y verificar que todos aquellos que deseen ingresar al territorio costarricense cuenten con la documentación migratoria correspondiente.
El director de la Policía de Fronteras, comisionado Adrián Salazar, ha señalado que este reforzamiento de controles también tiene como propósito supervisar el cumplimiento de las normativas sanitarias y tributarias vigentes en relación con las mercancías que ingresan y salen del país.
La atención se centra, en particular, en la gran cantidad de nicaragüenses que regresan por los puntos fronterizos mencionados, después de haber visitado a sus familiares en Nicaragua. El aumento en la vigilancia busca prevenir situaciones migratorias irregulares y asegurar que el flujo de personas y bienes se realice de acuerdo con las regulaciones establecidas.
Según el comisionado Salazar, hasta la tarde del jueves, más de 10 nicaragüenses en condición migratoria irregular fueron detectados intentando ingresar al país, quedando a disposición de las autoridades migratorias para ser devueltos a Nicaragua. Este control fronterizo es fundamental para mantener el orden, la seguridad y el cumplimiento de las leyes en la Zona Norte del país.