Decenas de personas han manifestado el reproche con los jueces de los Tribunales de San Carlos, quienes dictaron una pena muy baja para los asesinos del Alexander Gutierrez, los cuales lo mataron, desmembraron y enterraron para borrar evidencia.
Hoy Kerlin Irías Medina, de 28 años, fue condenada por el horrendo asesinato y desmembramiento de Alexander Gutiérrez Jiménez, de 33 años, residente en Florencia. La sentencia dictada fue de 15 años de cárcel para Kerlin Irías Medina y 20 años para Francisco Morales Miranda.
Los acusados llevaron a cabo el atroz crimen que conmocionó al país donde la víctima, Alexander Gutiérrez Jiménez, perdió la vida de manera brutal. El tribunal determinó que Kerlin Irías Medina fue culpable de homicidio simple y la condenó a una pena de 15 años tras un proceso legal exhaustivo. Además, se le impuso el pago de 15 millones de cólones como parte de las reparaciones correspondientes.
En el caso de Francisco Morales Miranda, quien optó por un proceso abreviado, se le impuso una condena más severa de 20 años de prisión. Ambos perpetradores fueron hallados responsables de la planificación y ejecución del violento acto, que incluyó el desmembramiento del cuerpo de la víctima y su posterior entierro.
Este veredicto busca hacer justicia ante tan espeluznante crimen y enviar un claro mensaje de repudio hacia conductas tan inhumanas. La comunidad espera que esta sentencia brinde un grado de alivio a los familiares y seres queridos de Alexander Gutiérrez Jiménez, quienes han sufrido las consecuencias devastadoras de esta tragedia.
Kerlin Irías Medina, de 28 años, y Francisco Morales Miranda, de 35 años, conformaban la pareja bajo investigación por el asesinato, desmembramiento y entierro de la víctima, residente de Quebrada Azul en Florencia, San Carlos, ocurrido el año pasado.
Kerlin Irías Medina, de nacionalidad costarricense, de 28 años, tenía su residencia en San Antonio de Monterrey, San Carlos, y operaba una pequeña pulpería de golosinas adyacente a su hogar, donde también se encontraba estacionado un vehículo Nissan de cuatro puertas.
La sospechosa trabajó previamente en el Hotel Hot Springs de La Fortuna, donde también laboraba Francisco Morales Miranda, su presunta pareja. Se rumorea que Kerlin abandonó su empleo en La Fortuna para establecer el negocio de venta de golosinas en su domicilio. Los residentes de la zona expresan sus sospechas acerca de la distribución de drogas en el establecimiento, dado el constante flujo de personas desconocidas.
Además de mantener una relación con Francisco Morales, Kerlin aparentemente sostenía otra relación con la víctima, Alexander Gutiérrez, quien era un visitante habitual de su hogar.
Kerlin, bajo presión y basándose en pruebas recopiladas, habría revelado a los agentes del Organismo de Investigación Judicial la ubicación del cuerpo de Alexander. Se afirma que atribuyó la comisión del crimen a la coerción por parte de Morales Miranda, una afirmación que aún está bajo investigación.